La dura confesión de Nissy y Laila en 'Secret Story': “Sufrimos abusos con 8 años”
Avisó Toñi Moreno de que la curva de la vida de Nissy y Laila iba ser “muy dura”, y así fue. Las mellizas se sinceraron abiertamente este domingo en Secret Story a la hora de repasar algunos de los momentos más difíciles y que más han marcado su trayectoria vital. La ausencia de una figura paterna, el divorcio de sus padres o la decisión de su madre de dejarlas a ellas y a sus hermanos solos para irse a vivir con su novio fueron algunos de ellos, pero el que más sobrecogió en plató fueron los abusos que ambas sufrieron cuando apenas tenían ocho años.
“Esto que voy a contar no lo sabe mi familia. A lo mejor me van a regañar. No lo sabe nadie, ni mi hermana la mayor ni mi hermano. Pero he sufrido abusos, y solamente lo sabe mi hermana gemela porque creo que a las dos nos pasó lo mismo con la misma persona”, contó Laila entre lágrimas sobre aquel traumático episodio. “La persona que nos hizo esa burrada venía a nuestra casa, era una persona muy cercana a la familia. Cuando yo tenía 13-14 años yo le dije a esa persona que nunca más me iba a tocar”, añadió la concursante.
Tras repasar el resto de su vida, Laila explicó los motivos que le habían llevado a hacer esta confesión ante las cámaras de Secret Story. “Lo hacéis todo tan mágico... Además, estaba mal, necesitaba hablar, necesitaba desahogarme y creo que es hora de que mi familia se entere”, dijo la participante, que lanzó un mensaje a los que hayan pasado por su misma situación: “Si alguien se siente identificado conmigo que lo diga, no pasa nada. Yo lo he gritado a los cuatro vientos. Y ha tenido que ser aquí”.
“Me cuesta querer a una persona”
“Los que tienen que estar con la cabeza agachada y en la cárcel son los agresores”, añadió Toñi Moreno antes de ceder el turno de palabra a Nissy, que explicó por qué ella prefirió obviar este suceso en su curva de la vida. “No quería contarlo porque no iba a avanzar en la curva de la vida. Me iba a atascar en ese momento porque es muy doloroso para mí. Intento no pensar en eso, evitarlo. Es muy fuerte. Y yo era consciente de que éramos las dos”, comentó la joven.
Poco después, Laila añadió a lo comentado las secuelas psicológicas que aquellos abusos dejaron en ella. “Me cuesta querer y acostarme con una persona. A veces me da miedo”, subrayó antes de asegurar que no deja a su hijo con nadie fruto del “trauma” que sufrió en su infancia.
La curva de la vida de Laila, como la de Nissy, fue grabada antes de la entrega dominical del reality. De ahí que la dirección del programa avisara previamente a Kamal, tío de las mellizas, sobre el contenido de la misma. “Le hemos querido adelantar [parte del contenido] a Kamal para que no entre en este plató sin saber lo que ha pasado”, informó a cámara Toñi Moreno.
De esta manera, el reality evitó escenas pasadas como la de Bárbara Rey hace solo unos meses, cuando se derrumbó en plató al enterarse por la curva de la vida de Sofía Cristo de que su hija también había sido víctimas de abusos sexuales. Entonces la actriz y vedette lloró desconsoladamente ante las cámaras. Algo que no pasó en el caso de Kamal, que al estar sobre aviso, tuvo una reacción aparentemente más calmada en directo, aunque lógicamente, su dolor por dentro también era inmenso.
De hecho, reconoció visiblemente emocionado que no sabía ese episodio de la vida de sus sobrinas, y aprovechó su intervención para reivindicar que tanto Nissy como Laila son personas “auténticas” y “con corazón” aunque a veces su carácter no invite a pensar así. “En el fondo somos cariñosos”, concluyó.