Ellen DeGeneres es una de las grandes estrellas de la televisión estadounidense. Y por extensión, una de las grandes estrellas de la televisión mundial.
The Ellen DeGeneres Show (NBC) se emite con éxito desde el año 2003 y ha sido nominado a los Emmy en 171 categorías, ganando 61 estatuillas. Su labor en el magacín ha convertido a la presentadora en uno de los personajes televisivos más influyentes, añadiendo además su faceta más reivindicativa como referente del colectivo LGTBI.
Sin embargo, su imagen se está viendo muy afectada después de que BuzzFeed publicase una extensa recopilación de denuncias de antiguos empleados del programa acusando al equipo de “racismo”, de implantar una “cultura de trabajo tóxica”, y de provocar una dinámica de “miedo”.
Desde el primer momento estas acusaciones (que hasta entonces habían sido un rumor en Hollywood) fueron tomadas muy en serio por los acusados. Los productores eximieron de responsabilidad a DeGeneres asegurando que “la responsabilidad del día a día del show de Ellen depende completamente” de ellos, y WarnerMedia anunció también que iniciaba una investigación independiente.
La confirmación definitiva se produjo con una carta de la propia Ellen DeGeneres publicada por The Hollywood Reporter, en la que decía que estaba “decepcionada” porque “es lo contrario de lo que creo y espero en nuestro show”.
Brad Garrett, seis veces invitado: “Todo viene desde arriba”
Sin embargo, sus disculpas para muchos no han sido sinceras. La presentadora está recibiendo críticas porque en su carta no asume ninguna culpa, sino que asegura que no era consciente de lo que ocurría y descarga la responsabilidad en otros empleados.
Al frente de esas críticas se ha situado el actor y cómico Brad Garrett, que interviene en la serie Todo el mundo ama a Raymond y que ha acudido como invitado hasta en seis ocasiones al programa. Algo que le avala para al menos tener en consideración lo que ha dicho: “Lo siento, pero todo viene desde arriba en The Ellen Show. Conozco a más de una persona que fue tratada horriblemente por ella. Todo el mundo lo sabe”.
¿Adiós al programa, con James Corden como sucesor?
Por el momento Garrett es la única voz del show bussiness de Hollywood que se ha atrevido a opinar sobre la polémica. Las redes sociales, como es habitual, están polarizadas. Algo común al hablar de DeGeneres, cuyo activismo LGTBI y convencido voto demócrata ha hecho muchas veces que se la sitúe en la diana.
Pese a ello, esta vez es claramente diferente. Y empiezan a surgir rumores preocupantes sobre su continuidad televisiva.
El primero de ellos lo ha publicado el Daily Mail, y asegura que la presentadora le ha dicho a los productores ejecutivos que estaría dispuesta a dar por finalizado su programa. Según la información, “siente que no puede continuar y la única forma de recuperar su marca personal es cerrar el programa”.
Quizás al hilo de esta noticia, en las últimas horas otro diario sensacionalista británico como The Sun ha publicado también que la cadena NBC ya ha empezado a moverse para buscar un sustituto a su estrella. Según la información, la cadena veía a James Corden (CBS) como su “sucesor a largo plazo”, pero la polémica ha acelerado las consideraciones. La fuente citada por el medio explica que en ese caso “reemplazar a Ellen siempre va a ser un desafío difícil, pero es un ajuste natural y una transición fácil”.
Por el momento, ni la cadena ni la propia Ellen DeGeneres se han manifestado pública y oficialmente. Las informaciones y rumores que salen sobre la situación, como siempre por su papel referencial a nivel político, han de ser puestas en cuarentena. Pero lo cierto es que hasta ahora las críticas no habían tenido que ser atajadas por la propia presentadora. Y las muchas informaciones críticas contra ella no habían sido firmadas en medios citando a fuentes directas tanto de DeGeneres como de la cadena.
A la espera de lo que determine la investigación de WarnerMedia, y de ver si se confirma que el conflicto provocará el despido de Ed Glavin -uno de los tres productores ejecutivos del espacio estadounidense- y eso calmará los ánimos, el futuro de Ellen DeGeneres parece estar en el aire. Y con él, el de los posibles movimientos estelares en la televisión estadounidense.