Las fotos que confirman la relación entre Alejandra Rubio (hija de Terelu Campos) y Carlo Costanzia (hijo de Mar Flores) desataron un agrio debate en Fiesta este sábado, hasta tal punto que la presentadora del programa, Emma García, tuvo que poner orden entre los tertulianos.
La polémica estalló después de que el paparazzi Sergio Garrido se desplazara al centro comercial en el que se habían tomado las imágenes, al parecer de forma secreta. En su opinión, Costanzia sabía que les iban a fotografiar. “Está metido en el ajo”, llegó a decir.
Además de Rubio, que estaba presente en el plató y negó la mayor, otros dos tertulianos cuestionaron el testimonio del fotógrafo y le acusaron de ser un “oportunista” y de cambiar su versión en pocas horas.
Garrido se enfadó sobremanera. Se enzarzó con ellos y los acusó de hablar sin tener información, pues él sí había podido examinar la zona en la que se hicieron las fotos. Sus compañeros le pidieron que rebajara el tono y le recordaron que él, pese a todos sus conocimientos, no es quien tomó las instantáneas.
Garrido estaba muy enfadado. De hecho, se levantó de su asiento para dirigirse hacia uno de los tertulianos de Fiesta: “¿Sois periodistas o pelotistas?”, les preguntó a voces. En ese momento, Emma García entró en escena para contener la bronca que se había formado a su alrededor.
“¡Siéntate!”, le ordenó antes de recordar a todos los presentes que debía mantener las formas ante la audiencia. “Un momento. Por favor, ¿podemos saber dónde estamos? Ahora estamos en un plató de televisión. ¿Podemos hablar con educación?”.
“Parece que estemos tratando un crimen”
La presentadora consiguió que se apaciguara el ambiente. “¡Qué vergüenza!”, exclamó. “Le estamos diciendo a Alejandra que trate esto con naturalidad, y parece estemos tratando un crimen”, dijo abochornada por el comportamiento de su equipo.
“Sergio, tú vas a dar tu versión, y el resto estará de acuerdo o no. Y el público, que es por quien estamos aquí y a quien tenemos que respetar, decidirá si está de acuerdo contigo”, sentenció García.
Parece que Garrido no captó el mensaje de la periodista, de ahí que siguiera interrumpiéndola hasta acabar con su paciencia: “¡Me quieres dejar hablar, coño!”, le espetó la vasca haciéndole un gesto de desaprobación con el brazo. Dicho esto, dio paso a un vídeo y, cuando este acabó, la situación estaba sólo un poco más calmada. Continuó la bronca, sí, pero bajo cierta apariencia de normalidad.