Juan Echanove acudió a La Roca para presentar 'Ser o no ser', su nueva obra de teatro ambientada en el momento en el que Hitler invadió Polonia. Tras reflexionar sobre aquel momento histórico, Nuria Roca le invitó a escuchar el testimonio de Anabell Sotelo, una actriz ucraniana refugiada en el sótano de un teatro de Kiev.
Como si la historia de la obra de Echanove hubiera dejado la ficción para convertirse en realidad, la intérprete que entraba por videollamada señalaba lo “surrealista” de las coincidencias con lo que estaba viviendo: “Es increíble que haya gente que haya pasado por lo mismo y que ahora se vuelva a repetir”.
La intérprete explicó que llevaban semanas encerrados en su escondite, pero que ahora algunos de ellos habían vuelto a sus casas. “No sé si es un recreo, un espejismo o que realmente podemos volver a vivir con normalidad”, decía. A la vez que explicaba que habían interpretado una obra, la tarde anterior, y que habían acudido 8 espectadores. Pero eso les subía el ánimo.
Echanove se quiso dirigir a ella y, emocionado, intentó enviarle ánimos: “Soy incapaz de seguir hablando de comedia después de escucharte. Te deseo toda la suerte del mundo”, dijo con la voz rota. Mientras ella le sonrió: “Es importante hablar de comedia. Cuando todo empezó nos preguntábamos de qué servía el arte, si ahora solo sirven las armas. Pero solo fue un momento de duda, porque ahora entendemos que el arte es aún más importante, la comedia y los valores tomar relevancia”.
Lo que sabemos hacer tú y yo es sobreponernos, perder nuestros familiares y levantar el telón. Lo que tenemos que hacer es eso, hacer lo que sabemos hacer, porque si unos cómicos tienen que enfrentarse a los nazis con el único arma que tienen que es el teatro y lo consiguen, no dudo en que ni Putin ni nadie acabe con vuestro teatro. Espero algún día conocerte y darte un gran abrazo“.
Nuria Roca despedía a Anabell y el actor se secaba las lágrimas: “¿Y ahora cómo se sigue hablando de comedia?”, volvía a preguntar.