Claudia Salas y Georgina Amorós ya no son 'las nuevas' de Elite. Sus Rebeca y Cayetana consiguieron sumarse a la pandilla de Las Encinas en su segunda temporada como si hubieran estado desde la primera, pero aportando una frescura y nuevas dinámicas que sentaron muy bien a la serie. Sin embargo, al haber rodado “del tirón” ambas tandas de episodios, no tuvieron tiempo de asimilar su incorporación. “Algo que también es bueno, porque al no haber tiempo para prepararte, tampoco lo hay para el juicio o la inseguridad”, aplaude la primera.
No obstante, el tono ha cambiado de una a otra tanda. “Tuvimos que meterle mucha caña porque los personajes tratan temas mucho más personales que en otras temporadas, y hacía falta detenernos, ver qué les estaba pasando de verdad y poder contarlo con sinceridad”, explica la segunda. La actriz reconoce que “se ha cerrado un ciclo y grabarlo ha sido muy emocionante”. Desde luego, la emoción rezuma las entrevistas con los protagonistas de la serie, en las que se generó un aura de nostalgia por un final de ciclo, también para ellos.
“Rebeca da un giro muy potente”, avanza Salas, “se va a descubrir a una nueva Rebeca, al tiempo que ella misma se descubre a sí misma”. La joven, que encandiló con su carisma, va a “desnudarse metafóricamente. Vemos a una niña vulnerable, inofensiva, que no tiene ninguna maldad, que pierde la fuerza por la boca”.
Teniendo en cuenta este contexto, según explica su intérprete, la adolescente va a “darse cuenta de que no lo está haciendo del todo bien, porque se ha olvidado de sí misma y ha intentado cubrir su prioridad consigo misma, con ayudar al resto”. Aun así, lejos de “quedarse en ese drama, dice hasta aquí: ”Voy a ser mi prioridad, me voy a escuchar, me voy a entender y voy a mirar por mi“. ”Es muy bonito ver a un personaje que se abre, se descubre y se deja ver“, celebra.
Georgina también va a evolucionar en su tercera temporada, aunque de entrada, va a “seguir teniendo restos de la máscara que se ha puesto, porque obviamente no se quita de la noche a la mañana”. Todo ello va a implicar que vayan a ser unos episodios “duros para ella, primero por ser la novia de un presunto asesino y porque los compañeros se lo van a poner muy difícil”. Además, adelante que “su relación con Polo se va a tambalear y va a tener que buscar otra vía de amor para llenar ese vacío que ya veremos hacia dónde va”.
Leiti Sene y Sergio Momo han sido sus sucesores como incorporaciones de esta tercera temporada. “Se han subido a un tren en marcha frenética”, alaba Salas, “no se han quedado en el personaje estereotipado, si no que han formado unos personajes muy completos, armados y con muchas capas”. Amorós coincide y añade que “van a crear mucho debate porque se meten en tramas muy fuertes”.
Por lo pronto, Élite ha conseguido erigirse como una ficción de éxito internacional, que habrá que esperar a ver si mantiene el listón con la nueva tanda. Con la vista puesta en un futuro más a largo plazo, preguntamos a las actrices qué creen que será lo que se recuerde de ella dentro de unos años, y también qué les gustaría que perdurara de sus personajes. “Una serie de adolescentes que sufren mucho”, define la intérprete de Cayetana sin dudar.
Quien encarna a Rebeca piensa que más allá de la producción en su conjunto, intuye que permanecerán expresiones como Narco Barbie. Aunque puestos a elegir, le gustaría que se la recordara por “su fuerza para salir hacia adelante, de valorarse”. Y su “parte samaritana. Es un poco Mesías, por cómo intenta hacerle ver a la gente que no está mal, como es el caso de Nadia, ser una chica de 17 años que quiere salir de fiesta, quitarse el velo y bailar”. Amorós destacada también la fortaleza de su álter ego, “con la que tira adelante con todo lo que tiene y que se le va a venir encima”.