Aunque su trayectoria en el programa le coloca como claro aspirante a la victoria, Jorge González no se ve como favorito para ganar Tu cara me suena 8. De hecho, no se imagina a Manel Fuentes pronunciando su nombre en la finalísima de este viernes (22:00h) en Antena 3, donde se jugará el triunfo ante Nerea Rodríguez, Cristina Ramos, Gemeliers y Rocío Madrid.
Sea cual sea el resultado, Jorge ya se considera ganador del programa por todo lo que ha dado esta aventura. Sobre todo a nivel anímico. “Unos dos meses antes de que el programa me llamase para participar, mi pensamiento era el de no seguir en el mundo de la música”, reconoce a Vertele un Jorge “cansado” de pelear por sacar adelante su carrera. Participar en Tu cara me suena ha sido un “pulmón” para él a nivel artístico, aunque por el camino haya temido por otra parte de su cuerpo: las cuerdas vocales, que empezaron a sufrir tras imitar a Miguel Poveda y le llevaron a quedarse mudo en plena pandemia. “Hasta un mes antes de volver no me pudieron operar porque al principio de la pandemia no se podían hacer operaciones. Así que volví con miedo y preguntándome si podría volver a cantar”, rememora para este portal.
Afortunadamente, Jorge pudo recuperarse y esta noche volverá a estar en perfectas condiciones para luchar por la victoria. En caso de conseguirla donará el premio a sus compañeros y, de paso, afrontará “un nuevo comienzo” profesional: “Dejaría de ser el concursante para poder dedicarme a lo que tanto quiero, que es la música”.
Afrontas la final como primer clasificado y tras haber mostrado una gran regularidad a lo largo del programa. ¿Cómo ha sido para ti este camino hasta la gala decisiva?
Antes de hablar contigo estaba viendo un vídeo que me ha hecho un club de fans del programa con fragmentos de todas mis actuaciones. Y cuando saltaba de una actuación a otra, decía: “Guau, es increíble que todas estas voces y personajes sean la misma persona, y que esa persona sea yo”. Llegar hasta aquí ha sido un currazo.
Si dejamos a un lado la segunda semifinal, donde no te jugabas nada, llegas a la final de ‘Tu cara me suena 8’ después de haber ganado dos galas y haber sido segundo y tercero en otras nueve. De hecho, solo has tenido un gran tropiezo en todo el concurso, que fue cuando imitaste a Beyoncé.
Y fíjate que la de Beyoncé no considero que haya sido de mis peores imitaciones. Partiendo de la base de que ella apenas canta en la canción que yo imité, yo vi actitud a pesar de lo tímido que soy. Creo que fue peor la de Bisbal, porque es muy complicado de imitar al estar su voz tan metida en la cabeza de todos. Y, aun así, creo que el personaje estaba, pero lo que no estaba era la voz.
Imitar a Beyoncé fue precisamente lo primero que te tocó hacer cuando volvió el programa. ¿Hasta qué punto notaste el parón por la pandemia?
Lo noté muchísimo porque durante el parón me tuvieron que operar de las cuerdas vocales. Perdí la voz durante la pandemia. En la imitación de Miguel Poveda me rajé la voz, me hice una lesión y no fui a verme. Me notaba raro y por seguir forzando y forzando la voz dijo “hasta aquí” cuando comenzó el confinamiento y no podía ni hablar. Imagínate el miedo que pasé durante la pandemia estando mudo. Y hasta un mes antes de volver no me pudieron operar porque al principio de la pandemia no se podían hacer operaciones. Volví con miedo y preguntándome si podría volver a cantar. Se me ponen los pelos de punta pensando en aquellos días porque no fue fácil. La energía era extraña y encima yo partía con ese miedo de no saber si la voz me iba a responder.
Más allá de que se saldara con un último puesto, entiendo que para ti esa actuación tuvo que tener algo de liberador al conseguir sacarla sin daños en la voz.
Si esa imitación la hubiera hecho en la gala 3, 4 o 5 igual no hubiera tenido esa valoración. A veces es la perspectiva desde donde veas las cosas. El jurado me dijo que había cambiado o no sé qué, y yo creo que no era así. Si algo había cambiado era otra cosa, y que cada uno piense lo que quiera. He seguido intentando hacer actuaciones que me hicieran salir de mi zona de confort. No me he quedado en zonas fáciles para mí, sino que he hecho actuaciones muy complicadas y muy alejadas de lo que yo soy. Para mí lo fácil hubiese sido hacer a Alejandro Fernández, a Ricky Martin o voces similares que a mí no me suponen un esfuerzo. Pero de qué vale eso. Si hubiera hecho eso, mi paso por el programa hubiera sido muy aburrido. Por eso creo que, en la vuelta, si algo ha ido en mi contra ha sido el repertorio, porque el pulsador me lo ha puesto muy difícil.
A lo mejor ese incremento de la dificultad que señalas fue un reto que te puso el programa para ver si mantenías el gran nivel previo al parón.
Es probable que el pulsador dijera “mira, lo que le ponemos a Jorge lo está sabiendo sacar adelante, vamos a ver qué pasa si le apretamos un poco más las tuercas”. Al fin y al cabo, esto es televisión y hay que darle emoción, pero no sé si ese fue realmente el motivo. A mí simplemente me daban un artista y yo intentaba ponerle toda mi alma y mi corazón. A veces con mejor y a veces con peor resultado, pero incluso dentro de los peores resultados sacaba algo positivo, aunque para mí Beyoncé no estaba de 4.
Para la final has elegido 'Mi héroe', de Antonio Orozco, porque fue una canción que te marcó mucho durante la pandemia. ¿Hubieras elegido otra canción de haber sido otras las circunstancias?
No lo sé. A mí me gusta mucho Alejandro Fernández, pero eligiéndole hubiera ido a lo fácil porque es un artista a cuya voz me puedo acercar sin esforzarme. Pero la canción de Orozco la escuché durante el parón y me llegó mucho. Cuando iba a comprar en plena pandemia, las cajeras de los supermercados, los de la limpieza, los policías, los militares, nuestros ancianos, nuestros niños, toda la gente que lucha y que luchó y los que se fueron peleando hasta el final me parecían héroes, así que la palabra 'héroe' resume lo que yo siento sobre lo que está pasando.
Además, yo soy un artista de sentimiento y de corazón, y Antonio Orozco también. Fíjate cuando valora a un concursante en La Voz, que a veces se pone a llorar por el sentimiento que le pone. Y Tu cara me suena no premia al que mejor canta, sino al que mejor imita. Y yo creo que puedo hacer una buena imitación final a la altura de mi paso por el programa.
Hablas de sentimientos y, de hecho, tras clasificarte para la final te emocionaste. Primero, porque nunca habías ganado nada antes. Y segundo, porque el pase a la final te llegó después de unos años donde “nada ha sido fácil”, según tus propias palabras. ¿Te ha servido 'Tu cara me suena' para reflexionar sobre tu propia carrera, especialmente de cara al futuro?
Unos dos meses antes de que el programa me llamase para participar, mi pensamiento era el de no seguir en el mundo de la música. Yo estoy solo porque no tengo un padrino ni amiguismos dentro de la industria, así que todo lo que consigo lo consigo por esfuerzo, por trabajo o por talento, llámalo como quieras, pero nadie me echa un cable en ese sentido. Y yo ya estaba cansado. Pensaba que lo único que podía hacer era sacar un single que me iba a costar dinero y no me iba a llevar a ningún lado porque ni estoy en Universal, ni estoy en Sony ni estoy en ninguna grande que me pueda ayudar.
Pero de repente Dios, porque yo soy muy creyente, me mandó este regalo que fue la llamada de Tu cara me suena. Participar en un programa tan visto para mí ha sido un pulmón para seguir respirando artísticamente. Por eso decía al principio que llegar hasta aquí no ha sido fácil. Y menos para la gente como yo, que venimos sin nada. Por eso cualquier éxito lo saboreamos más y nos vale mucho, porque es un premio. Y dije que “nunca había ganado nada” porque, aunque no había ganado el concurso sino un puesto en la final, para mí la clasificación ya era un premio. Pensé: “Ostras, he venido de la nada y mirad hasta dónde he llegado”. Me emocioné mucho porque fue un momento histórico a nivel personal.
Antes de participar en ‘Tu cara me suena’ pasaste por 'OT 2006' y 'La Voz'. ¿Crees que ha sido precisamente 'Tu cara me suena' el talent donde más has podido demostrar tu valía?
He crecido mucho. Yo en Operación Triunfo tenía 17 años y era un chaval que venía de la nada y sin formación, así que todos estos años han servido para mucho. Leí en una web que la gente no daba un duro por mí cuando me anunciaron como concursante de Tu cara me suena porque pensaban que no sería capaz de ir más allá de imitaciones de música flamenca o latina. Y ha sido todo lo contrario a lo que he hecho, porque todo ha sido inglés, funky, he sido una diva como Beyoncé, también un cantante italiano e incluso Betty La Fea. Así que aquí ha sido donde realmente me he descubierto a mí mismo y donde el público ha descubierto que era capaz de más.
En 2021 se cumplen precisamente 15 años de tu participación en 'OT'. ¿Cómo le hubiera ido al Jorge de 2006 en Tu cara me suena 8?
Imagino que fatal (ríe). Fatal, por ejemplo, por los idiomas, que es un tema que a mí me hace sufrir. Yo he llegado a rechazar trabajos porque había que cantar en inglés. Le tenía pavor al inglés, así que imagínate a ese niño de 17 años si le dijeran que tiene que cantar en inglés, hubiera abandonado. Ahora, sin embargo, he tenido la madurez de al menos atreverme. Es probable que no se me entendiera nada, porque si ves cómo me preparo las canciones pensarías que estoy loco y que es imposible que yo me aprenda esa canción sin saber lo que está diciendo y pensando que todo son sonidos. De hecho, Belinda Washington me decía que deberían darme el premio al mérito porque lo que hago no lo hace nadie.
¿Si ganas 'Tu cara me suena' te planteas dar por cerrada esta etapa como concursante de talent shows?
No es por ser negativo, pero no creo que gane. No he ganado nunca, no lo voy a hacer ahora.
Pero llegas a la final como primer clasificado después de 15 galas.
Sí, pero Soraya Arnelas también llegó primera y no ganó. Al final el público es el que decide y el que va a ver qué quiere votar, si al que más ha intentado imitar, si al que le cae bien, si al que más le ha sorprendido por su forma de cantar… El público será el que decida y yo siempre pienso, en momentos así, que vaya vergüenza como no me vote nadie (ríe). Me daría muchísima vergüenza, así que le he pedido a mi madre que me vote para tener al menos unos cuantos votos (ríe). No me imagino a Manel pronunciando mi nombre, pero si lo hace lo mejor de todo es que podré ayudar a mucha gente con el premio. Es lo que más me emociona. Si gano lo repartiré con mis compañeros para que podamos ayudar a tanta gente que lo está pasando tan mal.
Y a nivel personal, si ganara sería un premio tras tantos años de pelea y de pensar que si lo sueñas, se puede. Y sería un nuevo comienzo porque ganar Tu cara me suena me daría no uno, sino tres pulmones para seguir respirando. La oportunidad que me daría ganar el programa de hacer entrevistas en los medios de comunicación me aportaría mucho, e intentaría sacarle el máximo rendimiento. Obviamente, ganar marcaría un antes y un después en mí. Dejaría de ser el concursante para poder dedicarme a lo que tanto quiero, que es la música. Aunque, bueno, yo siempre he dicho que tengo un concurso ahí clavado en el que me encantaría participar, que es Eurovisión. Y de ahí sí volvería a ser concursante en una preselección.