María Casado: “Las nuevas plataformas deben tener su sitio en la Academia de TV”
Convertida en uno de los rostros más representativos de TVE, y asentada como presentadora del magacín matinal de La 1, María Casado ha asumido ahora el reto de convertirse en la primera mujer que preside la Academia de la Televisión.
La periodista coge el relevo de Manuel Campo Vidal tras 12 años al frente de la institución, y nos explica que quiere convertir a la Academia en el punto de encuentro de todos los profesionales del medio, incluyendo a las nuevas plataformas, retomando la relación con Mediaset y relanzando los Premios Iris.
Aprovechamos esta entrevista para preguntar a la presentadora sobre la situación en RTVE, después de que apoyase los “Viernes Negros”, y conocer su valoración sobre el proceso de concurso público y los cambios en la Corporación tras la llegada del PSOE al Gobierno: “Me encantaría que las radios y televisiones públicas estuvieran lejos de ser el juguete político”.
¿Por qué asumió el reto de presentarse y ser la nueva Presidenta de la Academia?
Tenía un objetivo compartido con muchísima gente de la profesión, precisamente de hacer cosas. De hallar ese lugar de encuentro que para mí tiene que ser la Academia de la TV, en la que se sientan parte de ella todos los que hacemos televisión. No sólo las caras más visibles, sino desde los técnicos, de sonido, de iluminación, todos los que hacemos la tele se merecen ese punto de encuentro. Y sobre todo por tener ganas de hacer algo, de cara a esa Academia que durante tantos años está ahí, pero creo que hace falta adaptarla. Hay que conseguir una Academia de la Televisión, como la que tiene la Academia del Cine, propia del siglo XXI y adaptada a la tele que hay ahora y que viene en el futuro.
¿En qué quiere que se base su presidencia, y qué le ha dicho Manuel Campo Vidal?
Sobre todo que lo disfrute, que son cuatro años por delante apasionantes. Durante este tiempo muchas veces he comentado con Manuel tanto el asunto de la Presidencia de la Academia como la Academia en sí misma. Tanto Manuel como yo hemos hablado siempre de Concha García Campoy, porque siempre hemos pensado (yo la primera, Manuel también) que hubiera sido una magnífica Presidenta de la Academia por trayectoria, por profesionalidad, y sobre todo por el cariño que le tenía a la profesión. Así que consejos, que le llame cuantas veces necesite para cualquier cosa, y que escuche a todo el mundo, que creo que es algo básico tanto para la Academia como para la vida.
Es la primera mujer que preside la Academia. ¿Faltan mujeres en puestos de responsabilidad en TV?
Faltan mujeres en los puestos de responsabilidad. Ya no en la televisión, sino en los medios de comunicación en general y en la vida, en empresas. Muchas veces falta romper ese techo del que se habla. Estos días se ha destacado que soy la primera mujer, pero espero no ser noticia más por eso, y que no lo fuera sobre todo. Espero que de aquí a unos años eso sea una normalidad. Para mí es un orgullo haber roto ese techo, sobre todo por los compañeros que me dieron el apoyo para poder hacerlo. Ahora simplemente intentaré gestionar toda esa ilusión, la expectativa que hay puesta en nosotros, y trabajar mucho.
¿Las nuevas plataformas podrían entrar en la Academia de TV?
Tengo que hablar con muchísima gente, pero evidentemente la tele que viene pasa por ahí, por las plataformas. Yo quiero hablar con ellos porque lo que no puede hacer la Academia es dar la espalda a la realidad, y sobre todo a la realidad más cercana. La forma de hacer televisión ha cambiado, pero la forma de verla también. Yo soy la primera que utilizo estas plataformas, para mí es televisión. Hay muchísima televisión de calidad en las plataformas, así que sí me encantaría que estuvieran. Voy a tener que hablar con ellos y también que ellos me comenten. Para mí sí que forman parte de la televisión.
La Academia tiene que abrir la mente primero a que todas esas personas que ahora mismo no se sienten parte de la Academia tengan su lugar, y sobre todo, abrirla a esas nuevas profesiones. Porque la televisión ya empieza a ser 5.0. Tiene que tener su sitio en la Academia.
¿Y con Mediaset, van a retomar las relaciones?
Evidentemente yo quiero hablar con Mediaset, con todos ellos. Para mí no tiene mucho sentido una Academia de Televisión en la que hay una cadena, a día de hoy la más vista de este país, que no tenga presencia y que no quiera estar. Voy a pedir el voto de confianza a la gente de Mediaset, que nos vean trabajar, y ojalá ellos también se sientan parte de esta Academia.
Hay que hablar mucho, y creo que evidentemente escuchar. He estado escuchando, y me encantaría. No tiene ningún sentido que no estén en la Academia de la Televisión, que lo que tiene que ser es la representación de todos, de todas las cadenas, públicas, privadas, locales. La televisión es todo eso, y si falta alguien se queda coja.
¿Va a intentar que los Premios Iris vuelvan a ser televisados y televisivos?
Sin dudarlo. Me consta que ha sido siempre el objetivo de la Academia. Cierto es que luego no se ha encontrado la manera de hacerlo atractivo. Evidentemente, a mí me da una envidia muy sana ver la gala de los Emmy. Porque realmente lo que no tiene sentido es hacer unos premios de la TV sin que tengan esa representatividad. Vamos a pelearlo, y seguro que con el esfuerzo y la colaboración de todos, si realmente es lo que deseamos todos. A mí me encantaría. Con esa ilusión y con esa buena predisposición, intentarlo lo vamos a intentar.
Respecto a los debates electorales, ¿puede la Academia encargarse de ellos, y proponer una modernización más televisiva?
He participado en debates, europeas con Elena Valenciano, he estado presente en negociaciones, y al final eso depende tan poco de la Academia... El papel de la Academia ha sido de árbitro. En el momento en el que no se ponían de acuerdo los partidos, aparecía la figura de la Academia como ese árbitro para intentar encontrar un punto en común, pensando siempre en el espectador. Es decir, que existiera ese debate.
Las negociaciones y las trabas suelen venir siempre por parte de esas negociaciones de los políticos. Las peticiones y el deseo de que en un debate se pudieran hacer preguntas libremente y con criterio profesional siempre han estado. Y sobre todo, ojalá existiera ya el ejercicio democrático en este país en el que la Academia no tuviera que hacer ese papel de árbitro. Es decir, que ya ellos directamente decidieran hacer ese debate. Esa batalla es más de despachos de política.
A la vez va a seguir presentando en TVE, ¿cómo se ha planificado para compatibilizar?
Mucha gente me pregunta que si ahora que voy a estar en la Academia voy a dejar la tele. La Academia evidentemente es mucha responsabilidad y muchísimo trabajo. Pero, insisto, es un trabajo que no tiene ningún tipo de remuneración y que lo vamos a llevar toda la gente que formamos parte de la Junta con nuestros ratos libres, y ratos que vamos a quitar de nuestra vida personal para dedicarlo a eso. Así que compaginaremos con el trabajo de los 24 miembros de la Junta en la cual estoy yo. En cuanto termine y salga de la tele, me pasaré un ratito todos los días por la Academia, porque al final es verdad que es mucho trabajo. Son muchos actos, debates, muchas cosas. Pero lo haremos con cierta organización, y sobre todo quitándole tiempo a nuestra vida.
¿Ha hablado con la dirección de RTVE, por si algún día necesita ausentarse?
Vamos a intentar cuadrar la agenda para que no tenga que pasar eso, pero habrá vicepresidentes que también podrán representar a la Junta, como pasaba con Manuel cuando no podía ir. Habrá sustitutos si algún día hay algo muy importante. En principio no va a haber problemas. He hablado con mis jefes, hablé en su día con Rosa María [Mateo], y con mucha ilusión me transmitió que lo que necesitase, allí estaba.
¿Su posición en RTVE y en la Academia puede hacer que se amplíe la colaboración mutua?
Todo lo que sea sumar, espero que sí. TVE al final es mi casa, donde he crecido, donde me he desarrollado. Tengo 40 y llevo 20 años en la casa. La Academia con TVE siempre ha tenido buen trato y buena relación, como con el resto de cadenas en general. Y en eso yo creo que todo lo que sea sumar y favorecer, allí estaremos. Creo que el papel de la Academia siempre ha sido muy blanco, y lo va a seguir siendo. Siempre ha sido muy respetuosa con todos, y en esa línea seguiremos.
¿Cómo valora los cambios en TVE tras el cambio de Gobierno?
Como tantas otras veces. Es verdad que cuando hay tanto movimiento, siempre he dicho que me encantaría que las radios y las televisiones públicas de este país estuvieran alejadas de los vaivenes políticos. El poder dejar a los profesionales de esta casa trabajar con la honestidad y con el respeto con el que nos ponemos delante. Me encantaría que estuviera todo eso un poquito apartado, pero es inevitable. Siempre he dicho que me encantaría que las radios y las teles públicas en este país, tanto la nacional, la española, las autonómicas, estuvieran lejos de ser el juguete político de unos y de otros. Desde dentro es verdad que luego, en el día a día, te dedicas a trabajar. Lo que me encantaría de verdad es que estuviera alejado de esos vaivenes.
Al mismo tiempo sigue adelante el concurso público. ¿Pensó en presentarse?
No, la verdad es que no. Eso sí que no me lo planteé. Lo estoy siguiendo, yo creo, como una ciudadana más, informándome, porque es verdad que trabajando en la casa preguntas. Pero al final te vas enterando a través de la prensa de cómo van evolucionando los pasos, las comisiones de los expertos y demás. Esperamos cuál será la decisión, y al final creo que es un poco el paso que hicieron los compañeros de Telemadrid para toda la nueva cúpula directiva. Me parece que teniendo en cuenta criterios profesionales, y gente que de verdad sepa de lo que es gestión y la profesión, es un acierto.
Apoyó los “Viernes negros”, vistiéndose de ese color. ¿Qué opina de esa iniciativa, y cómo acoge los cambios en la franja matinal, más orientada a lo informativo?
Yo todos los cambios que vienen no puedo hacer otra cosa que respetar las decisiones de la gente que está trabajando ahora y que está en los puestos de responsabilidad. Evidentemente no puedo hacer otra cosa que apoyar a los compañeros de esta casa, y esa protesta pedía y abogaba por la profesionalidad y el buen trabajo de la gente, y del valor que hay en RTVE. Me parecía y me parece una protesta legítima, y fijémonos si ha tenido fuerza que lo han seguido otros compañeros en otras comunidades autónomas todavía a día de hoy. Creo que es importante tener esa voz, sobre todo porque a veces hay situaciones en las que la gente, los ciudadanos, igual no saben lo que sucede dentro de una casa.