Movistar estrenó hace dos semana Las que faltaban, fiel a la promesa que realizó hace apenas unos meses de incrementar la presencia femenina en la comentada foto de su oferta de humor. Un programa presentado por Thais Villas y que cuenta con ocho cómicas y un cómico en su plantilla.
“Cuando vi la imagen me chocó muchísimo”, reconoce una de ellas, Adriana Torrebejano, “porque ni yo misma era consciente del panorama que había de comedia en este país. Escribí a Patricia Conde, que era una de las dos que aparecían, y le dije: '¿nadie se ha dado cuenta?'”. La actriz recientemente vista en Hospital Valle norte, piensa que “sí, por eso estamos aquí y gracias a esa foto se hacen programas como este”.
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Lo que no implica que no esté de acuerdo con que sea noticia el hecho de que “esté lleno de mujeres”. Defiende que “debería ser lo más normal del mundo”. La intérprete considera que con los formatos con hombres “nadie dice vaya, un programa de hombres. Dicen La Resistencia o Late Motiv, no especifican. Este debería ser La ResistenciaLate MotivLas que faltaban y con eso se dice todo”.
Torrebejano reconoce como un “reto” formar parte de este equipo de profesionales de la comedia. “Soy actriz, no cómica”, aclara, “estoy feliz porque también es una puerta para que la gente me conozca como soy, una payasa”. Y es que la intérprete ha trabajado en mayor medida en “personajes dramáticos”. Sin embargo, en su visita a La Resistencia, pudo mostrar su parte divertida. Para ella, el programa de David Broncano “te permite ser como eres y das la oportunidad de que te conozcan”, aplaude.
“Soy un colaborador más”
Carlos Librado 'Nene', llegó al formato tras aparecer la segunda temporada de Gigantes. Aquí es “un colaborador más. Mi papel dentro del programa no es especial por el hecho de ser hombre”. Para el también actor, la importancia del espacio radica en que “va a derribar clichés”. Defiende que “hay que luchar por normalizar el puesto de la mujer en la comedia y televisión”.
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Además, opina que el actual es un buen momento para la comedia. “Cada vez hay más programas de humor y más hueco donde podemos desarrollar nuestro trabajo”, explica. Pero distingue entre que “una cosa es que puedas hacerlo y otra que sea de manera totalmente libre”. Considera que es “una buena época”, pero a la vez define como una “desgracia” que “tengas que medir mucho tus palabras. A nadie nos gusta pero somos cómicos y cada uno tiene que ser consecuente con el humor que hace”.
Expresa que es necesario atenerse a “las consecuencias sabiendo el contexto social en el que te mueves. No te puedes sorprender después de decir una barbaridad que sabes que va a caer como va a caer”. No lo celebra, porque opina que es “triste, pero es el contexto en el que nos movemos ahora mismo”.