Polémica tras el estreno

El equipo de Por trece razones defiende la escena más dura de su segunda temporada

Por trece razones

La segunda temporada de Por trece razones en Netflix y su lanzamiento no ha pasado inadvertido.

Los nuevos 13 capítulos han vuelto a estar en boca de sus seguidores, sobre todo por una escena del último episodio que ha recibido tanto críticas como halagos.

(¡Cuidado Spoilers!)

Una violación muy explícita que genera polémica

Esta segunda temporada se ha centrado en el juicio que la madre de Hannah emprende contra el instituto por no haber puesto medidas para acabar con el bullying que sufrió su hija. Otra de las quejas de la madre era que no investigaran los indicios que apuntaban a que había sido violada por otro alumno.

Y esa línea de trama es la que ha seguido la polémica escena en su último capítulo. La serie mostró de forma detallada cómo Tyler era agredido en el baño del instituto por tres alumnos.

Además de darle una paliza, le agredían sexualmente con el palo de fregona. Unas escenas que se mostraron tan explícitamente que ha generado una fuerte polémica entre los seguidores que ven necesaria la forma de contarlo como los que no lo entienden así.

La respuesta del equipo con intención de romper tabúes

Tras el éxito del especial Más allá de las razones que ya se emitió con la primera temporada, en esta ocasión, la producción ha apostado por repetirlo para contar con las declaraciones del equipo técnico y artístico de la serie, así como de expertos en los temas tratados.

Sobre la polémica escena el productor ejecutivo Brian Yorkey la argumentaba señalando la importancia de entender a Tyler: “Existe un concepto llamado 'empatía radical', que se consigue al identificarte con alguien completamente, aunque sea diferente a ti. Esa escena es difícil de ver, pero reto a cualquiera a verla y no sentir pena por Tyler. Aunque al principio hayas podido distanciarte de él, por ser solitario o incluso friki, en ese momento estás de su lado y sientes su dolor. Desde ese momento es imposible olvidar que compartisteis aquello”.

El propio equipo añadía que quería mostrar cómo los hombres también son víctimas de agresiones sexuales: “A veces es más difícil para un hombre joven admitir que ha sido violado (...) Les pasa a uno de cada seis hombres. Ellos sienten la misma vergüenza y miedo que las mujeres, pero también entra su propio sentido de la masculinidad y virilidad. (...) Descubrimos que ocurren en muchos colegios e institutos de América, sobre todo con atletas violando a otros estudiantes con palos de fregonas o palos de billar, casi a niveles epidémicos. Pero no se reportan con frecuencia las agresiones de hombres a hombres”, por lo que con ello querían abrir esa línea de conversación y romper tabúes.

Dylan Minnette, el protagonista, confiesa su pavor por la secuencia: “No hay manera de prepararte para una escena así (...) Estoy seguro de que va a afectar a la gente de maneras muy diferentes. Da igual las circunstancias o quién es, es extremadamente doloroso de ver y no se lo deseo a nadie”.

Christian Navarro- que da vida a Tony- aseguró que lo más duro no era el dolor: “Lo peor de la escena es cómo Tyler intenta tender puentes con su antagonista, algo obviamente horrible, más incluso que la agresión sexual”.

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