Argumentaba Pablo González Batista, director del podcast paralelo a La línea invisible lanzado por Movistar+, que, de no ser por el coronavirus, el 2020 habría sido trascendental en la representación audiovisual sobre ETA: “Probablemente habría sido un año interesante para volver a abrir algún tipo de debate sobre lo que significó más que a nivel político, a nivel social”. Lo aseguraba basándose en el mismo calendario programado por las cadenas para el futuro, marcado por importantes apuestas de ficción dedicadas a la problemática del terrorismo vasco.
Tras el estreno de la citada La línea invisible el 8 de abril, este domingo 17 de mayo le hubiera tocado el turno a Patria, la adaptación de la novela homónima de Fernando Aramburu en HBO. De no haber sido por la pandemia, que ha obligado a la plataforma a cambiar de planes. Pese a este retraso, el interés persiste, como también permanecen en los catálogos de las principales streamers otras piezas estrenadas en los últimos meses y relacionadas con esta problemática.
Antecedentes audiovisuales
Las narrativas de ficción a partir del terrorismo etarra no es verdaderamente nueva, puesto que durante las últimas dos décadas hemos encontrado un buen número de producciones que lo abordaban de un modo u otro. Han sido más habituales en cine, donde, si estudiamos las dos primeras décadas del siglo, encontraremos títulos variopintos: empezando por Yoyes, de Helena Taberna, sobre el asesinato de la militante Dolores González Catarain (interpretada por Ana Torrent), tras abandonar la organización; el díptico formado por El Lobo, dramatización sobre el infiltrado en la banda terrorista Mikel Lejarza (de quien es trasunto Eduardo Noriega) durante los últimos años de dictadura, y GAL, sobre la llamada “guerra sucia” gubernamental contra la banda a mediados de los ochenta, dirigidas por Miguel Courtois a partir de sendos libretos de Antonio Onetti; o Todos estamos invitados, thriller de Manuel Gutiérrez Aragón ambientado en los años noventa. Incluso Celda 211 lidiaba en sus tramas secundarias con los conflictos derivados por los presos etarras en las cárceles.
Más recientemente, Borja Cobeaga firmaba una suerte de díptico sobre el proceso de alto el fuego y desarme: la excelente Negociador, y Fe de etarras, esta última producida por Netflix y protagonista de una agria polémica en su puesta de largo en el Festival de San Sebastián. El motivo fue la lona promocional que Netflix desplegó en un edificio ubicado en el centro de la ciudad, centrado en la frase “yo soy español, españooool, españoooooool”, pero con el gentilicio tachado en rojo en el cartel. Fue precisamente Cobeaga uno de los primeros en desacralizar la mirada sobre el conflicto vasco en televisión, a través de Vaya semanita, donde se parodiaba de forma directa a la organización. “El humor sobre ETA destensó bastante la situación en el País Vasco”, diría el realizador, responsable también de Vota Juan, en 2017, sobre la clave del éxito del programa, que no se posicionaba por ninguna línea ideológica: “Caló mucho porque era el humor que había en la calle”.
Salvados sería uno de los primeros espacios en romper el tabú que en el último año parece haber terminado de desaparecer. Desde 2011 hasta 2018, encontramos varios reportajes dedicados al tema, siendo especialmente destacado el que cerró la octava temporada, ETA desde dentro, centrado en Iñaki Rekarte, exjefe de la organización con tres asesinatos en su haber que exponía su arrepentimiento a cámara.
'ETA, el final del silencio', de Jon Sistiaga
Pero bien es cierto que en los últimos meses ETA vuelve de una manera más acusada a la conversación audiovisual. La televisión aprovecha la distancia que empieza a tener el momento presente con el el fin de la actividad armada de la banda terrorista en 2011, y el comienzo de la fase de desarme culminado en abril de 2017, y remachado con su disolución definitiva en 2018, 59 años después de su fundación.
Las primeras informaciones sobre la adaptación televisiva de Patria aparecerían a principios de 2017, en lo que debía ser el primer proyecto de Aitor Gabilondo dentro de Alea Media para Mediaset. Aunque planteada inicialmente para Telecinco, acabaría bajo los dominio de HBO Europa, siendo su primera producción española. Un año y medio de trabajo en la versión televisiva de la novela, que estaría terminada en otoño de 2018 según contó el propio guionista, y un rodaje que arrancó la siguiente primavera. Para abril de 2019, con el rodaje de Patria en marcha, Movistar+ sondeaba el terreno apuntando también a ETA como la base de su siguiente colaboración con Mariano Barroso tras El día de mañana. Las grabaciones de estas tendrían lugar en verano.
Sin embargo, otro formato catódico acabaría tomando la delantera y sirviendo como vanguardia. En octubre, con ambas producciones en postproducción, comienza la emisión de ETA, el final del silencio, la nueva docuserie de Jon Sistiaga para Movistar+ enmarcada dentro de la marca Tabú. “Si hay un tema tabú en España es ETA”, diría precisamente el periodista, codirector del proyecto junto a Alfonso-Cortés Cavanillas.
A lo largo de seis episodios, se repasa la historia del grupo terrorista: los años de plomo, el GAL, el llamado “impuesto revolucionario”, la conmoción por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco... Las iniciativas de reuniones entre víctimas y miembros de la banda arrepentidos es el eje del contundente primer episodio, titulado Zubiak (Puentes), donde podemos ver a Ibon Etxezarreta, que participó en el atentado que mató a Juan María Jáuregui, comiendo con la viuda de esta, Meixabel Lasa.
“Prometer a una víctima de ETA que le vas a hacer un documental con tranquilidad, con tiempo, en el que puede hablar cuando se sienta bien y quiera expresarse, porque sabe que cada episodio durará 50 minutos y que no será como en la radio, donde ha hablado 10 minutos pero solo salen 30 segundos, es algo que solo podía conseguirse con una plataforma como la de Movistar”, abundaría Sistiaga, que dejó claro que su interés estaba siempre en quienes sufrieron los actos de violencia organizada.
Movistar y HBO, series y podcasts
A continuación, es el turno de las ficciones, empezando por La línea invisible. cuyo título alude al momento en que Txabi Etxebarrieta asesinaba a la primera de las 853 víctimas de la organización terrorista, el guardia civil gallego José Antonio Pardines, el 2 de agosto de 1968. El terrorista fue abatido poco después en un enfrentamiento con otros agentes de la ley, convirtiéndose no solo en el primer etarra en matar, sino también en el primero en morir.
Barroso confió el papel de Etxebarrieta a Álex Monner, quien destacaba el tratamiento “imparcial y apolítico”, en sus palabras, al hecho. Su compañero de reparto Enric Auquer, que da vida al hermano de Txabi, José Antonio Etxebarrieta, valoraba esta idea: “Va a haber, de ambas partes, [gente] a la que no le va a gustar, que van a considerar que ETA está blanqueada, o que Melitón Manzanas [encarnado por Antonio de la Torre] en representación del franquismo de la época, está blanqueado. Para gustos, los colores. Y para ideologías, también. Todo posicionamiento sobre un momento histórico es bueno”.
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Ninguno de los dos intérpretes sabía explicar el porqué de este interés creciente por repensar la historia de ETA en este preciso momento y sobre todo desde sus orígenes. “No sé cómo ha sido, no sé cuál ha sido el punto de inflexión que ha hecho que se abra el pastel y nos pongamos a hablar de esto. Yo no lo he decidido, pero me parece estupendo que pase”, argumentaba Auquer. Y justo para profundizar en lo que ya se narraba en la miniserie, surgía el podcast, que parte de una premisa análoga a la de Barroso y el equipo de guion compuesto por Abel García Roure, Michel Gaztambide y Alejandro Hernández. “El reto era intentar contarlo sin juzgarlo. Yo tengo obviamente mi opinión, pero no quería que estuviese presente. Y la única manera de contarlo sin juzgarlo era retirarnos periodísticamente”, explicaba al respecto González Batista.
“Parece que ha pasado el tiempo suficiente para empezar a revisar esa parte de nuestro pasado”, reflexionaba también al pensar en Patria. Resumiendo la imbricada obra literaria en unas breves líneas, se trata de la historia de Bittori, una mujer cuyo marido fue asesinado por los terroristas, que decide volver al pueblo donde vivieron toda su vida una vez ETA anuncia el abandono de las armas.Al hacerlo, altera la aparente tranquilidad de un pueblo, y en particular de quien fuera su vecino y amiga íntima Miren, madre de un etarra encarcelado. La expectación en torno a este título era elevada, máxime teniendo en cuenta el material de partida -ganadora del Premio Nacional de Narrativa en 2017, entre otros galardones, y de encendidos elogios por parte de la crítica especializada- y la minuciosidad del trabajo de adaptación -Gabilondo contaría con la asistencia de Steve Matthews (Testigo mudo) como script editor-, que debiera estar viendo la luz algo más de tres años después de haberse anunciado.
Sobre las connotaciones o lecturas que quisieran sacarse del visionado, el showrunner fue categórico al hablar con Vertele en abril de 2019, cuando el rodaje había superado su primer mes con éxito. “Obviamente sé la dimensión sociopolítica que tiene este proyecto, pero a mí lo que me interesa contar es lo que estoy contando. Mi lectura de Patria será esta serie. Que otros tengan otras consideraciones y las utilicen, será asunto suyo”. Para saber cuál es el recibimiento habrá que esperar, como ya sabemos: el estreno previsto para el 17 de mayo quedaría aplazado por la crisis sanitaria hasta nuevo aviso, para asegurar la seguridad de los profesionales encargados de la postproducción.
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'El Desafío: ETA', la aportación futura de Amazon
Como decían los responsables del podcast de La línea invisible, la pandemia del coronavirus parece haber ensombrecido un tema destinado a volver a la conversación nacional, con otro ritmo y otra tranquilidad que otorga la distancia. No obstante, pese a que el brote de covid-19 sea ahora el eje de la comunicación, no se aminora el ritmo de trabajo televisivo.
No en vano, a finales de 2019 otra plataforma se unía a esta corriente: hablamos de Amazon, que inició en diciembre el desarrollo de El desafío: ETA, con vistas a un estreno en 2020 que, en estos momentos, se desconoce si se mantendrá. Lo que sí sabemos es que apuesta por un trazar un ambicioso recorrido histórico por la historia de la banda y de la lucha del gobierno y la guardia civil contra ella, con más de 80 entrevistas y la participación de los cuatro expresidentes del Gobierno que estuvieron en el puesto durante estos años, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Hugo Stuven asumió la responsabilidad de dirigir este proyecto exclusivo para Prime Video, que contará con 8 episodios y que reincide en lo que González Batista ya nos decía: “Parece que ha pasado el tiempo suficiente para empezar a revisar esa parte de nuestro pasado”.