Acertar en Eurovisión es siempre una tarea complicada, y emocionante. Más allá de lo estrictamente musical, existen una serie de factores que generan poco margen de maniobra a la hora de triunfar en el concurso. Por ello, cada año, llevar la mejor candidatura posible es la única forma de ir con los deberes hechos, cumplir, disfrutar y esperar a convencer al jurado y a los eurofans.
Este 2021, el festival cuenta con un componente único. Como fiesta de la música, en un contexto como el presente -y tras una edición suspendida por el coronavirus- Eurovisión se erige como un evento aún más importante, lúdico y necesario.
Ya explicamos por qué Blas Cantó sí es el representante que necesitamos. Algo que lleva demostrando desde 2004, cuando se presentó al Eurojunior que terminó ganando Antes muerta que sencilla, de María Isabel. También probó suerte siendo adulto, en 2011, junto a Auryn y el tema Volver; pero Lucía Pérez y Que me quien lo bailao fueron el verdugo de la boy band. Su paso y victoria en Tu cara me suena permitieron dejar aún más clara su versatilidad y carisma. Es compositor, tiene tablas y más de un disco a sus espaldas.
Depositadas en él nuestras esperanzas, falta elegir la segunda pieza fundamental del rompecabezas: la canción. De haberse celebrado Eurovisión 2020, Universo hubiera sido el tema elegido pero, tras su cancelación, las normas han cambiado. Teniendo el público la última palabra, toca escoger entre Mírame y Voy a quedarme. Analizamos los pros y contras de cada uno, echando igualmente la vista atrás para comprobar la trayectoria reciente de España en el Festival y consultando a dos expertos que, de hecho, coinciden en apostar por el segundo como mejor opción.
“Un directo potente a nivel vocal”
“Voy a quedarme es la que mejor explota la gran virtud de Blas: su voz”, sostiene el que fuera locutor de Los 40 y juez de Factor X Xavi Martínez. La cantante, compositora y coach vocal Ana Santa comparte su postura al brindar “la oportunidad de hacer un directo potente a nivel vocal”. Por contra, comenta que en el caso de Memoria “la voz queda en un segundo plano por el intento de hacer un tema grande en el contexto de producción”.
Abordando la composición, Santa expone que “hace años había personas que hacían canciones para una voz en particular. Y otras que, aunque no componían, buscaban temas que fueran idóneos para esa voz y cantante en concreto”. Circunstancia que deriva en que muchas se produzcan “buscando el hit, enganchar, vender, ganar dinero. No pensando en una voz, que es la motivación de esa composición”.
En cambio, se elaboran en función de que se necesite “algo movido, que quiera transmitir buen rollo, desenfadado o cualquier otro adjetivo que venga al caso según la ambición del mercado”. Motivo por el que la coach vocal opina que una canción como La Venda, interpretada por Miki en Eurovisión 2019, “no tuvo éxito”.
This browser does not support the video element.
“Una interpretación más íntima y desgarrada”
Volviendo a la voz de Blas, Martínez insiste en la importancia de llevar un tema que permita “reflejar su gran capacidad vocal”. Pero no es el único motivo por el que prefiere Voy a quedarme. “Es la más emotiva y, si me apuras, recuerda a las bandas sonoras de grandes películas de Disney, que es algo que la hace muy dulce”, argumenta.
Del mismo modo, subraya la relevancia de “la parte del tema en la que explota y puede permitir un impacto muy fuerte en la actuación”. Momentos que podrían recordar al clímax de propuestas como Quédate conmigo de Pastora Soler en 2012 y Dancing in the rain de Ruth Lorenzo en 2014 que, precisamente consiguieron los mejores resultados de España de los últimos diez años. Ocuparon la décima y novena posición, respectivamente.
Este es precisamente el motivo por el que Santa confirma que, en el caso de Memoria, “una voz como la de Blas, que puede lucirse en directo, es una pena verla tapada en la búsqueda del hit o ahogada como con La venda”. En esta línea, señala igualmente como punto a favor de Voy a quedarme, al permitirle “cantar con una voz limpia y abierta sin necesidad de buscar la canción del verano como tuvo que hacer Manel Navarro en 2017 para camuflar que no tiene voz”.
Por ello, considera que con Voy a quedarme “tiene la opción de hacer una interpretación más íntima y desgarrada”. Aquí entra en juego la puesta en escena. Sobre la que Martínez confía en que se pueda apostar por una escenografía “sobria, muy elegante y que no caigamos en cutreces, adornos excesivos. Sino hacer algo realmente impactante”. “Una cosa minimalista”, añade, “que ilumine mucho a Blas, que la voz sea lo más importante pero que a la vez sorprenda”.
'Destino Eurovisión': la presentación definitiva
La votación continúa abierta y no será hasta la noche de este sábado cuando conozcamos cuál de las dos opciones, Memoria o Voy a quedarme, será la que finalmente nos represente en el festival. Es cierto que la última edición la ganó Duncan Lawrence con Arkade, una balada, pero haber pasado un año entre medias implica que acudamos a Eurovisión con hasta una leve falta de background.
La 1 ofrecerá Destino Eurovisión a partir de las 22:00h. Una gala en la que, además de presentar ambos temas en directo y suponer la prueba definitiva; Blas estará acompañado de Pastora Soler, Nia, Vanesa Martín, Edurne, Andrés Suárez, Cepeda y Roi. La cuenta atrás para el gran evento musical y televisivo parece haber vuelto a coger ritmo. Y hoy la audiencia toma una de las decisiones más importante de todas: elegir la canción.