Desde que se celebró la primera edición en 2003, la final de Eurovisión Junior se ha convertido en una cita más que relevante para un universo, el de los eurofans, que se vuelca con las candidaturas infantiles de los países participantes mientras se prepara para iniciar la cuenta atrás hasta mayo, mes en el que tradicionalmente tiene lugar la noche por excelencia de la UER. En un 2020 que se ha quedado sin la gran cita, la de este domingo 29 de noviembre se antoja como una tarde imprescindible para celebrar que el festival es capaz de reinventarse, aunque el coronavirus no dé tregua.
La crisis sanitaria que comenzó a extenderse por el mundo a principios de este año truncó todos los planes a nivel global, también los de un organismo que no tuvo margen de maniobra y optó por cancelar, por primera vez en la historia, el festival de Eurovisión. Seis meses después de ese 16 de mayo que no fue, las delegaciones de Alemania, Bielorrusia, España, Francia, Georgia, Kazajistán, Malta, Países Bajos, Polonia, Rusia, Serbia y Ucrania han decidido unir fuerzas para regalar al público del viejo continente una cita para recordar.
Eurovisión Junior 2020 (Domingo, 17:00 horas, La 1 de TVE) no solo será una edición histórica por ser -por primera vez en su corta trayectoria- la única cita eurovisiva del año, sino también porque los artistas actuarán desde sus países de origen. Una particularidad que inevitablemente impulsa el interés, sobre todo el de su público más fiel, tanto por descubrir cómo será a nivel técnico este festival atípico como por el camino que se abre de cara a 2021.
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La oportunidad de demostrar que Eurovisión es un show único… a pesar de todo
Si algo nos ha enseñado este año es que a día de hoy resulta inviable hacer planes a medio o largo plazo, y que es imprescindible contar con un Plan B solvente. El de la Unión Europea de Radiodifusión, que no quiere volver a quedarse sin celebrar Eurovisión en 2021, es que los artistas puedan actuar desde sus respectivos países en caso de no poder viajar a Rotterdam, la sede de la próxima edición 'senior'. Un sistema que este domingo pondrán a prueba los Junior, con Soleá como máxima representante de TVE.
Así, los niños de las 12 delegaciones que han apostado por seguir adelante en esta edición infantil del festival serán los encargados de demostrar que Eurovisión puede seguir siendo un show único y un elemento de unión entre países… aunque la distancia nos obligue a estar separados. Un 'ensayo general' que testará las capacidades de los organizadores de superar los inconvenientes y ofrecer al público la fiesta televisiva y musical que se espera.
En el caso de España, todo está preparado para que Soleá derroche arte ante Europa con su tema Palante desde el escenario que RTVE ha preparado en el Estudio 5 de Prado del Rey. La cadena pública ha aceptado el reto de la UER construyendo en sus 600 metros cuadrados una plataforma circular con pantallas led y una esfera iluminada con el logo del festival, que será el elemento común de todas las delegaciones. La propuesta, según detalla la propia Corporación, lo apostará todo a la energía de la joven cantante con una coreografía potente y elementos visuales dinámicos.
Tras la expectación por la vuelta de España al festival en 2019 y el tercer puesto de Melani, los eurofans españoles volverán a asomarse a la cita con la esperanza de que Soleá emule a María Isabel y pueda añadir otro triunfo al potente palmarés español en el certamen infantil.
La apuesta total de TVE, la asignatura pendiente que lamentan los eurofans
La final de Eurovisión Junior 2020 podrá verse en directo en La 1 de TVE, al igual que se vieron las cinco ediciones anteriores que han contado con la participación de España. Lo hará, sin embargo, con un precedente reciente poco optimista (el 11.2% de share y 1.488.000 espectadores que firmó el año pasado) y sin que el grueso de los espectadores de la televisión pública sea consciente de la cita de este domingo por la tarde.
Más allá del anuncio de Soleá como representante española para este 2020, que se vivió en directo en el plató de La hora de La 1, el tiempo de parrilla destinado a promocionar el festival y la candidatura de la joven artista ha sido más bien escaso. Ese es el gran lamento de los eurofans: que TVE no haya apostado por hacer llegar a los espectadores de sus canales principales la emisión del evento musical, debido en gran parte a la ausencia de programas en directo en horarios de máxima audiencia. Sí lo ha hecho, no obstante, en sus medios digitales.
Durante estas semanas previas, son muchos los fanáticos de Eurovisión que han criticado que la TV pública no haya dado más voz a Soleá y al único evento eurovisivo del año. Algunos de ellos, de hecho, se unieron este martes en las redes sociales para intentar que el mediático Ibai Llanos lo promocionara ante una audiencia numerosa en sus retransmisiones en directo a través de Twitch. El objetivo: que el share crezca para que TVE siga apostando por participar en Eurovisión Junior. Y, ya de paso, que se sume el mayor número de votos para hacer posible el deseado “España 2021”.