Análisis Vertele

Eurovisión: Cuando no se es profeta en tu tierra

Eurovisión: Cuando no se es profeta en tu tierra

Por Alberto Rodríguez

Hace unos días el representante español para Eurovisión 2017, Manel Navarro, subía una foto a la red social twitter con el siguiente mensaje: ‘Las próximas semanas van a ser tan increíbles! Estoy viviendo un sueño!’. En plena promoción del ‘Eurovision in concert’ –gira de conciertos previa al festival–, el cantante de Sabadell por fin encuentra apoyos después de meses de continua persecución por una parte del público eurofan español –disconforme con la polémica en torno a su elección–, que se ha encargado por medio de dislikes y comentarios de rechazo en sus vídeos de dejarle claro al artista que su propuesta no es bien acogida. A la presión que supone la participación en un evento de este tipo, donde lo único que perdura en el imaginario colectivo es la posición en el palmarés, Manel tendrá que sumarle la dificultad de actuar sin el apoyo unánime de la audiencia española.

Esta situación no se trata de un hecho aislado. Existen precedentes en Eurovisión de otros candidatos que tuvieron que hacer frente a las críticas dentro de sus países de origen. En 2007, Ucrania –el anfitrión de esta edición– envió a la drag queen Verka Serduchka con el tema ‘Lasha Tumbai’. El personaje creado por Andriy Danilko tuvo que capear las protestas de los nacionalistas ucranianos que salieron a la calle a protestar en contra de lo que consideraban ‘un grotesco estereotipo de un estúpido aldeano ucraniano que dañaba la reputación del país’ (elpais.com 2007, 4 abril). Incluso llegaron a quemar muñecos con su apariencia.

Pero además, el artista ucraniano tuvo que negar las acusaciones que afirmaban que en el estribillo de su canción se podía escuchar ‘Russia Good Bye’ (en vez de Lasha Tumbai) y la referencia al Maidán, escenario clave en las protestas contra Rusia en la Revolución Naranja de 2004. Por aquel entonces la situación tirante entre Ucrania y Rusia ya salpicaba también a Eurovisión.

Para regocijo de sus partidarios, Verka se proclamó flamante subcampeona del certamen de ese año. Pero de haberlo ganado, no se trataría de la primera candidata en retornar victoriosa a su tierra pese a las críticas. En 1998, la transexual israelí Dana Internacional formó un gran revuelo entre los sectores más conservadores de las autoridades religiosas de su país al presentarse ante Europa como la representante de Israel. Sin embargo, Dana y su hit ‘Diva’ obtuvieron una aceptación indiscutible por parte del jurado y del público internacional que le valió el codiciado micrófono de cristal, convirtiéndose en uno de los iconos asociados para siempre a la historia del festival.

La promoción más grande de un candidato español

Mientras llega el festival, Manel Navarro se encuentra inmerso en la promoción de su candidatura asistiendo a las diferentes veladas prefestival en Londres, Tel-Aviv y Amsterdam. El próximo 15 de abril le toca a él ser el anfitrión en Madrid de la primera pre-party de Eurovisión celebrada en España. Y tal como informamos aquí, el número de entradas vendidas la convierte en la más grande celebrada hasta ahora.

También ha colgado recientemente un vídeo en la red social youtube con un medley de éxitos recientes de Eurovisión que se anima a cantar junto con su guitarra. De esta forma el cantante pretende mostrar una faceta más completa como intérprete más allá de su single ‘Do it for your lover’. Y parece que entre el público extranjero está teniendo buena acogida. No así entre los internautas españoles que le siguen recordando la forma en la que ganó. Alguno incluso no duda en llamarle tramposo al hilo de los mensajes que acompañan al vídeo.

Al margen de estas polémicas, todas estas intervenciones y el grado de exposición de Manel le convierten en el artista español con la promoción más grande previa al festival. Todo sea por lograr un final feliz como le ocurrió a Verka y a Dana e incluso una hipotética redención frente a los eurofans más escépticos.

Etiquetas
stats