De entre todos los programas que “vuelven” en la reciente fiebre revival televisiva, quizás el que más expectación está levantando (con permiso de Operación Triunfo) es el Grand Prix, que regresa este verano a La 1 de TVE 18 años después de su despedida de la cadena pública.
La preproducción del formato ha arrancado, y de hecho ya tiene sus primeros dos pueblos preseleccionados. Pero desde que se hizo oficial su retorno, la gran preocupación de los fans era qué iba a ocurrir con la vaquilla. La nueva Ley de Protección Animal prohíbe la presencia de animales vivos en programas de televisión, lo que imposibilita que el formato sea el mismo, como ya dejó claro oficialmente la cadena pública al anunciar en abril que regresará como “un programa actualizado” con “pruebas históricas, nuevos retos espectaculares, sin vaquilla y con muchas sorpresas”.
Ahora, verTele ha tenido acceso a los planes concretos de RTVE para su vaquilla: será una “Supervaquilla” que servirá de comodín a los pueblos. En la práctica, consistirá en un “disfraz”, un traje, que llevará uno de los miembros del equipo, y los pueblos azul y amarillo podrán pedir su participación para dificultar el juego del equipo rival. Tendrá esta apariencia, según la imagen a la que ha tenido acceso este medio:
Una “Supervaquilla” para molestar al rival
La nueva Supervaquilla tiene el doble objetivo de respetar la gran seña del formato, pero también convertirla en un icono del mismo adaptándolo a la actualidad y con un diseño que llame la atención y resulte amable para la audiencia infantil.
Para poder seguir teniendo vaquilla, la idea que ha tenido RTVE y la productora Europroducciones es transformarla en un disfraz o traje al que los dos pueblos contendientes tendrán acceso en un juego inicial para ganar “comodines vaquilla”. Podrán ganar uno o dos de esos comodines, que luego se usarán durante el programa cuando y como ellos decidan, tras sortearse cuál de los dos pueblos podrá decidir primero si quiere o no usar su comodín vaquilla.
Cuando uno de los pueblos, el azul o el amarillo, decida usarlo, la Supervaquilla entrará a participar con el objetivo de dificultar de formas divertidas al equipo contrario.
Los tres tipos de 'Comodines vaquilla'
Ese concepto, el de dificultar de formas divertidas al equipo contrario, es el que hace que en realidad haya tres modalidades de “comodines vaquilla” para pedirle a la Supervaquilla que les ayude molestando a su rival. Los tres tipos son:
- Vaquilla lechera: este tipo de Supervaquilla podrá incomodar al pueblo rival arrojando líquidos, lo que a buen seguro causará resbalones y caídas.
- Vaquilla ciega: es el tipo menos inclusivo de la Supervaquilla, ya que su función se acotará en poder tapar los ojos a uno o varios concursantes, impidiéndoles que vean como tradicionalmente pasaba en la prueba de “Los bolos”.
- Vaquilla disparadora: si la lechera arrojaba líquidos, este tipo de Supervaquilla podrá lanzar a los concursantes del pueblo rival distintos objetos, dificultando su labor y provocando también sus caídas.
Hay un detalle importante: cuando cada pueblo gane uno o dos “comodines vaquilla” en el juego inicial, el adversario no sabrá de qué tipo es. El presentador o presentadora preguntará antes de cada prueba a los equipos si quieren usar alguno de sus comodines, sabiendo ellos sí el tipo que es, pero su rival tendrá que enfrentarse a él sin conocer el tipo.
Si la respuesta de uno de los pueblos es “sí”, y piden un comodín, el presentador o presentadora dará paso a la Supervaquilla, explicando de cuál de los tres tipos es. Tras prepararse en la zona de juego, ésta entrará en acción cuando sea el turno del pueblo que no ha solicitado el comodín, cumpliendo con su función de molestar el normal desarrollo de su juego, y utilizando para ello sus distintas habilidades (líquidos en la Lechera, tapar los ojos en la Ciega, o lanzar objetos en la Disparadora).
Más novedades, a la espera de quién presentará
La preproducción del programa está desvelando más noticias sobre los planes de RTVE y Europroducciones para la actualización del formato. Este mismo martes, ECD aseguró que el nuevo Grand Prix está trabajando para tener “una competición de videojuegos entre dos contendientes” retransmitida por streamers, para intentar así acercarse a un público más joven. El mismo medió añadió: “También se deja abierta la posibilidad de añadir pruebas relacionadas con el famoso videojuego Minecraft; escribir un mensaje en un smartphone gigante o bailar canciones del género trap sobre un gran disco giratorio. No obstante, ninguna de ellas se ha confirmado aún”.
En esa misma noticia, ECD también explica que la idea del renovado formato será tener dos padrinos por pueblo con distintos perfiles, para “combinar el entorno digital y de los más jóvenes” con “los personajes más clásicos”, literalmente.
Sobre los juegos, en su comunicado oficial de abril, RTVE ya dejó claro que se mantendrían pruebas clásicas. El mismo medio cuenta que las dos más carismáticas, “Los bolos” y “Los troncos locos”, ganarán más fuerza siendo siempre las que abran y cierren cada programa. Cita otras como el “Baloncesto en Pañales”, el “Tiro al Pingüi-Pato” y la “Cinta Transportadora”. También seguirían los juegos de cultura general, como los recordados “La patata caliente”, “Las manos musicales” o el “Karaoke Kid”.
El acuerdo de RTVE con Europroducciones ya se desveló que consta de siete entregas a razón de 3.8 millones de euros más IVA, a 542.800 euros por emisión. Se dividirán en cuatro preliminares, dos semifinales, y la final. Así que la gran duda sigue siendo la misma: ¿Quién lo presentará? Por el momento parece que no hay presentador cerrado para esta nueva etapa del programa, aunque se ha contactado y negociado con Ramón García, el conductor más asociado al formato.