La predicción de Noemí Galera con respecto a la firma de discos de OT 2018, por suerte para los concursantes, no se ha cumplido.
Las tres sedes que el talent show organizó en Madrid, Barcelona y Zaragoza para que el público pudiera acercarse a conocer a los jóvenes aspirantes a estrellas de la canción han gozado de una multitudinaria afluencia. Las imágenes ofrecidas por el propio formato a través de su directo en YouTube, así como en las redes sociales, han demostrado el interés que despierta el programa de Gestmusic.
Reencuentros con familia y parejas
Alba, María y Famous y Noelia han sido los triunfitos que han firmado autógrafos en la capital de España, mientras que Marilia, Marta, Miki y Carlos Right han hecho lo propio en la Ciudad Condal, y Julia, Natalia y Sabela en Zaragoza.
“Ha sido increíble, había muchísima gente”, decía Carlos Right durante el viaje de vuelta en un vídeo de Twitter. “Cuando hemos llegado pensaba que la cola era la que se veía y cuando han ido entrando y entrando...”, agregaba Miki. “Ha habido gente que se ha despertado antes que nosotros, a las cinco de la mañana. Estoy flipando con eso”, aspotillaba Marta.
En este baño de masas, salida que de manera excepcional pueden hacer de las instalaciones de la academia, el casting de esta edición ha tenido oportunidad de encontrarse no solo con fans sino con sus seres queridos.
En esa línea, entre las imágenes más destacadas han estado las de Miki, que podía verse de nuevo con su pareja Helena, lo mismo que hacía Sabela con su novio, Jesús. También María vivía un breve reencuentro con el suyo.
La cerveza de María y la escapada de Alba
Entre las imágenes más comentadas, sin duda, ha estado la de María, saludando a los seguidores con una lata de cerveza en la mano; o la de Alba, que se saltaba las indicaciones de seguridad para poder aproximarse a los entusiastas de OT. La joven, que conquistó a la audiencia con su interpretación de La llorona, incluso saltó una hilera de escaleras para correr a saludar. La alicantina recibiría además obsequios por dar visibilidad a colectivos LGTBI+, como una corona y una bandera.
Habrá que ver ahora cómo sienta este empuje de las multitudes a los artistas y si supone un revulsivo definitivo para ganar confianza de cara a próximas galas.