Este miércoles, 3 de abril, TVE celebró la gran final de Bake Off: famosos al horno convirtiendo a Ana Boyer en la mejor pastelera VIP de España. Dejando atrás a Blas Cantó, Rocío Carrasco y una Alba Carrillo que se quedó a las puertas de la última prueba.
De esta manera, se convierte en la segunda hija de Isabel Preysler que gana una talent de cocina en la cadena pública - tras el triunfo de Tamara Falcó en MasterChef Celebrity 4- y, en esta ocasión, era la primera vez que Ana aceptaba aparecer en un programa.
Todo ello en una noche en la que los finalistas tuvieron que superar los tres exigentes desafíos preparados por Paco Roncero, Eva Arguiñano y Damián Betular, con Paula Vázquez como maestra de ceremonias. Reuniendo de nuevo a todos los aspirantes de la edición: Terelu Campos, Azúcar Moreno, Yolanda Ramos, Manolo Sarriá, Julio Iglesias Jr, Julio Salinas, Patxi Salinas, Pablo Puyol y Marc Clotet.
Primer prueba con retornos y muy igualada
En la primera prueba, tuvieron que lidiar con la técnica del glaseado para realizar tres deslumbrantes tartas espejo en 120 minutos. Blas, Alba, Rocío y Ana se pusieron manos a la obra y empezaron desestresándose con gritos.
Durante el cocinado, las Azúcar Moreno y Julio Salinas visitaron a los finalistas para darles consejos o intentarlo. Hasta que se acabó el tiempo y tocó presentar las elaboraciones.
La hija de Isabel Preysler fue la primera en mostrar su apuesta por el pistacho en forma de nube “súper bien logrado, cremoso y con buen balance aunque reservado para los amantes del pistacho”; la modelo entregó un homenaje al programa con mango y cacao con un “núcleo errado, con buen sabor pero sin ser lo que habían pedido”; el cantante presentó tartas de frambuesa y avellana “fenomenal con un juego de texturas maravilloso”; y cerró la cata la hija de 'la más grande' con “texturas perfectas pero mejorable”.
Segunda prueba con la eliminación de Alba, “la alegría de la carpa”
Para el segundo reto se enfrentaron a la siempre problemática pasta choux. Tuvieron que hacer una tarta con base de pasta choux rellena y cinco profiteroles de decoración rellenos y todo con forma geométrica. “¿Algo más?, ¿a la pata coja?” ironizó Carrillo ante tal demanda.
Segundos después sorprendía Terelu Campos con su regreso a la carpa para repartir las formas a cada uno. Todos se pusieron a cocinar, a sabiendas de que el peor del reto sería eliminado.
Durante el cocinado, Alba se equivocó con la cantidad de azúcar y tuvo que volver a empezar. El segundo relleno también se le resistió y empezó a ponerse de los nervios. En cambio, a Ana le sobró tanto tiempo que se puso a limpiar los platos de sus compañeros.
Acabado el tiempo, empezó la cata. Blas fue el primero en presentar una tarta con relleno “muy rico y un punto de limón acertado”, Alba llegó lamentando que le “había pasado de todo” y los jueces la definieron como “correcta a nivel gustativo pero con una masa espesa”, Rocío entregó su tarta cuadrada con varios fallos en el relleno y Ana dejó que probaran su círculo “bien cocinado y perfecto”.
Tras la deliberación, los jueces señalaron al finalista que se quedaba a las puertas, sin cocinar en el último reto: “La que debe abandonar la carpa es Alba”. Una decisión que sorprendió a sus compañeros, tras haber sido una de las mejores. “Se va la alegría de la carpa”, lamentó Roncero.
Prueba final con el triunfo de Ana Boyer a lo “James Bond”
Para terminar por todo lo alto, Rocío, Ana y Blas entraron a la carpa con un claro desafío: hacer un homenaje al cine en el que cada uno hará una súper tarta dedicada a su película favorita.
La hija de Isabel Preysler era la que mejor llevaba el tiempo y Blas le seguía de cerca. “La única que me preocupa es Rocío”, comentaban los jueces mientras les veían cocinar. Al acabar el tiempo, Rocío respiró aliviada: “Los tres lo hemos echado todo”.
Llegó el momento de la última cata: Carrasco presentó su tarta 'Moulin Rouge' que tildaron de “valentía, locura, genial en la base, aunque falto de relleno”; Ana entregó una tarta al estilo James Bond con una decoración “muy elegante pero falto de colores y brutal a nivel gustativo”; a Blas también le faltó algo “a nivel visual” pero por dentro estaba “perfecta”.
Tras la última deliberación, los jueces se acercaron a los finalistas y sentenciaron: “La persona ganadora de Bake Off es Ana Boyer”. Al escuchar su nombre todos lo celebraron: “Es una digna merecedora”, decía Rocío. Y así acababa la primera edición del talent en TVE.