Este miércoles, la versión veraniega del matinal de Antena 3 Espejo Público informó a sus espectadores de que su presentadora, Susanna Griso, había denunciado un fraude que utiliza su imagen y que habría logrado estafar cerca de 200.000 euros a médicos, residencias de ancianos, ayuntamientos y particulares.
El programa de Atresmedia explicó que el estafador aprovechó la fama y la imagen de credibilidad de la presentadora para poner a la venta unas presuntas mascarillas del modelo FFP3 en el mes de marzo, cuando había pocas existencias. Tras vender rápidamente unas 2.000 unidades aprovechando ese contexto, los compradores recibieron mascarillas sin homologar y que llegaban metidas en bolsas de basura, incluso con malos olores.
Espejo Público, sin dar nombre, ha asegurado que este timo podría ser obra de “un influencer gallego”, calculando lo estafado en unos 200.000 euros, y explicando que por ello habría cometido tres delitos: estafa, delito contra la salud pública y publicidad engañosa. Este último, referido al uso de la imagen de Susanna Griso sin su consentimiento.
La imagen de los famosos, usada para timos y fraudes
El de Susanna Griso no es más que el último ejemplo en el que la imagen de un famoso, y la credibilidad y cercanía que transmite, es utilizada sin su permiso para realizar cualquier tipo de timo o de estafa. Y el problema es que cada vez hay más, que no controlan redes sociales como Facebook pese a las denuncias de los mismos famosos.
A finales de mayo, hace poco más de dos meses, fueron Carmen Porter y Carlota Corredera las que denunciaron públicamente que se estaban realizando estafas aprovechándose de su imagen. La primera advirtió de que alguien estaba pidiendo donaciones para apoyar a su programa online junto a Iker Jiménez pero era “una estafa que se está investigando”. La segunda aprovechó Sálvame para dar a conocer que “utilizan mi imagen para anunciar productos estafa para adelgazar”, y cargó contra los timadores: “Dejad de engañar a la gente. Sois unos sinvergüenzas. Y además, como son empresas fantasma no les puedo denunciar”.
Precisamente en los falsos “productos milagro” para adelgazar se encuentran otros ejemplos. Tania Llasera lo ha denunciado ya dos veces, una en el 2017 y otra en el 2019. Y como ella, Pablo Motos también lo contó en El Hormiguero, Ana Rosa Quintana en El programa de AR, Susanna Griso en Espejo Público, y la actriz Cristina Castaño hizo lo propio a través de sus redes, entre otros. Todos ellos, impotentes al ver que las denuncias no sirven para nada, y que sólo pueden avisar para que nadie sea estafado.
Productos adelgazantes y criptomonedas, lo más habitual
Junto a los productos adelgazantes, las estafas en torno a los bitcoins son las que más usan la imagen de distintos famosos. Y como en otros casos éstos lo han denunciado públicamente, ya que interponer medidas legales sirve de poco en estas circunstancias.
Por ejemplo Joaquín Prat utilizó su propio ejemplo el verano pasado, en El programa del verano, para denunciar esta práctica que empleaba tanto su imagen como la de su compañera Patricia Pardo. Como explicó, “A través de Facebook, una serie de páginas web falsean obviamente la realidad y me utilizan como reclamo para que ustedes utilicen un programa que opera con bitcoins y se hagan ricos”, aclarando que “jamás he invertido en eso” y dejando claro que ya lo había denunciado: “No es más que una burda estafa”.
El supuesto mercado de las criptomonedas es un foco habitual de estafas que emplean la imagen de famosos. Como ya explicó eldiario.es, Pedro Almodóvar, Fernando Alonso, Amancio Ortega o de nuevo Pablo Motos han sido otros de los nombres usados sin su consentimiento para hacer de “gancho” a las estafas.
Es probablemente el campo más crítico de los timos que usan a famosos, puesto que también lo han denunciado Alberto Chicote a través de sus redes sociales, Risto Mejide en Todo es mentira, y Jordi Évole, entre muchos otros.
'OT 2020' también tuvo que tomar medidas
Las estafas en torno a la televisión no sólo se dan por la utilización ilícita de la imagen de famosos para usarla como “gancho”, sino que también aprovechan cualquier resquicio para intentar sacar dinero mediante timos.
Sin ir más lejos, en esta misma edición de OT 2020 la productora Gestmusic y su director Tinet Rubira tuvieron que tomar medidas para advertir a través de Twitter sobre los “engaños” que suponen las iniciativas solicitando recargas de móviles para emitir votos a los nominados.
Incluso la propia RTVE tuvo que enviar un correo electrónico hace poco a sus proveedores para avisarles de que la identidad de la Corporación estaba intentando ser suplantada para hacerse con sus datos personales y bancarios. Una medida que adoptó precisamente “para prevenir la posible estafa”.
La televisión permite que muchos rostros que salen en ella generen una imagen de cercanía y confianza que les permite convertirse en reclamos publicitarios. Habitual y afortunadamente, suele ser para campañas por las que son remunerados y prestan su imagen, pero cada vez es más habitual que se vean asociados a estafas como estas que ellos mismos denuncian, como acaban de hacer Susanna Griso y Espejo Público.