La noche de este martes 7 de agosto, los espectadores de Cuatro en su horario estelar fueron testigos de dos ejemplos tan diferentes como claros de normalización de la realidad LGTBI, primero en First Dates y, acto seguido, en la serie 9-1-1.
En un momento en el que partidos políticos de todo el mundo abogan por suprimir derechos LGTBI, convirtiendo esta idea incluso en uno de sus principales caballos de batalla, la televisión sigue poniéndose al frente de la visibilización y normalización que se pide desde los distintos colectivos y asociaciones.
En el caso de Cuatro es especialmente notable gracias a First Dates, su dating-reality en el que sin ningún tipo de distinción han acogido citas a ciegas entre personas sin importar su tendencia sexual, su sexo o su pasado amoroso.
Este martes, el programa dio un nuevo ejemplo que ya por suerte ni resulta llamativo. En su último tramo, dos jóvenes llamados Javi y Fernando cenaron juntos para conocerse, hablando durante la cita y razonando cara a cara tras ella cuando finalmente el amor no surgió entre ellos.
Una situación que First Dates y otros programas han conseguido convertir en habitual, pero que hasta hace muy poco, e incluso hoy en día fuera de la televisión, muchos siguen viendo con recelo o como algo fuera de lo normal.
Dio paso a otro ejemplo en 9-1-1
En esta ocasión, además, recibió el inesperado apoyo de la serie estadounidense que empezaba justo a continuación, 9-1-1. Y es que el comienzo de su séptimo capítulo, titulado “Luna llena”, presentó una escena que incluso podría catalogarse como costumbrista, sino fuera porque estaba protagonizada por dos mujeres.
Nada más comenzar el episodio, la primera escena mostraba a una de sus protagonistas (Aisha Hinds, que interpreta a Henrietta Wilson) en casa, explicándole a su mujer (Tracie Thoms, en el papel de Karen) que quería dormir porque la siguiente noche era de luna llena y siempre había avisos extraños.
Entre la paramédica que trabaja en el parque de bomberos y su pareja se inicia un diálogo porque según Hen su amor está sufriendo “la MCL: Muerte de la Cama Lésbica”, y entre bromas y besos llegan a un acuerdo.
No es el único ejemplo de normalización que contiene la serie de Ryan Murphy, que ya en su primer capítulo explicó que el personaje de Angela Basset, interpretado por Athena Grant, estaba sumido en una crisis porque su marido acababa de confesarle que es gay.
Además, Henrietta y Hen están casadas, e incluso crían a un hijo juntas fruto de una trama secundaria que conecta con Eva, la madre gestante del niño, que es la exnovia de Hen y les pide ayuda para obtener la condicional y salir de la cárcel.
La televisión, al frente de la visibilidad LGTBI
Son dos ejemplos que en esta ocasión coincidieron de forma sucesiva en Cuatro, primero en un programa español que los normaliza entrega tras entrega como es First Dates, y luego en una serie estadounidense como 9-1-1 que los incluye en sus tramas con normalidad.
Dos formatos muy diferentes alumbrados a miles de kilómetros de distancia y por equipos creativos completamente distintos, dos simples ejemplos que dejan claro el papel que la televisión está teniendo en la normalización y visibilización de la realidad LGTBI, como piden sus colectivos y asociaciones, y quieren negarle algunos partidos y corrientes políticas en todo el mundo.