First Dates celebró este lunes su especial del Orgullo LGTBI. El programa de Cuatro, que como ya anunció antes había preparado esta entrega temática, contó con Kika Lorace como “pregonera”, con un discurso en el que agradeció al espacio su trato al colectivo:
“First Dates es el restaurante del amor, del amor puro, el amor sin clichés y hoy, yo, Kika Lorace, tengo el placer de ser la pregonera. En First Dates siempre hay cabida para todo tipo de gente del colectivo LTGBIQ+. Todas las personas tenemos que ser tratadas con respeto, tenemos todo el derecho a vivir y a amar con libertad, y a quien queramos. Así que… ¡Viva el Orgullo! y ¡viva First Dates!”.
Tras la actuación de Kika Lorace, el programa presentó a sus distintos protagonistas, destacando su apoyo al fútbol femenino con una joven que acudió junto a sus compañeras de equipo y amigas, el duro relato de una agresión homófoba, y hasta un posible trío que no cuajó. Pero fue Marcelo el que captó todos los focos, por la confrontación aparente de su homosexualidad y sus creencias, que él mismo quiso romper.
Marcelo se presentó en First Dates como alguien “religioso y de derechas”. Le explicó a Carlos Sobera que es de la cofradía de la Esperanza de Málaga, y dejó muy claro que también le gustan los toros y el resto de tradiciones españolas.
Anticipando la contradicción, aseguró que no cree que exista ningún problema en ser homosexual y también de derechas y católico, ejemplificándolo de la siguiente manera: “En las cofradías la mayoría son gays, eso es tan antiguo como el mundo”.
Su cita fue Iván, un actor y jinete que afirmó que su prototipo de hombre eran “los pijo fincas, como dicen mis amigas”. Al ver a Marcelo, consideró que no era tan rubio ni tan pijo como esperaba, pero no le pareció mal. Ya en la mesa, al conocerse, descubrieron que compartían pasión por la costura y el bordado.
Durante la cena, Marcelo explicó que le gusta lo que representa su cofradía y cómo ayudan a la gente. Algo que gustó a Iván, que defendió que no debería existir ningún impedimento entre ser cofrade y ser homosexual. Y al despedirse, tras el silencio de Marcelo sobre su decisión final, ambos quisieron seguir tomando algo y conociéndose fuera del programa.