Marcos (19 años) llegaba a First Dates para conocer al hombre de su vida aunque en su casa hubiese alguien que todavía no conociese su condición sexual.
En el restaurante de Cuatro, el soltero confesaba a su cita que su “madre sabe que soy gay y muy bien pero mi padre, es cierto, que no sabe aún nada… se lo tendré que contar ahora”.
Roberto, el chico que cenó con él, se asombró por las palabras ya que él hablaba de su condición sexual con toda normalidad. De hecho, no tuvo pudor en presentarle, telefónicamente, a su abuela con la que charló distendidamente.
Fue todo tan rodado que hasta acabaron besándose en la habitación del programa.