First Dates inició el programa de este martes presentando a Jorge, un soltero con una conexión especial con María Teresa Campos, y que acudió al formato para encontrar el amor y seguir con una 'tradición familiar'.
Carlos Sobera fue el encargado de recibirle en el restaurante, y le pidió que le contase algo impactante sobre él. “Soy músico”, declaró primero el comensal, que le mostró al presentador cómo hacía beatbox. “¿Tú qué tienes que ver con Teresa Campos?”, le preguntó después Sobera.
Jorge relató que sus “padres se conocieron por un programa de cartas de María Teresa Campos”. “¿Aquel que se llamaba Una carta para Teresa?”, comentó el presentador, que preguntó: “¿Se conocieron allí y se enamoraron?”.
“Sí, y tuvieron cuatro críos”, certificó el invitado, que añadió: “Estoy en este mundo gracias María Teresa”. “Pues si la televisión influyó en el matrimonio de tus padres, la tele va a influir ahora en el tuyo”, declaró Carlos Sobera, que certificó que “iba a conocer a la chica perfecta”.
Ella es Nerea, de 23 años y guipuzcoana, una enfermera que se define como “loca e impulsiva”. “Este es para mí”, declaró la joven nada más ver a su cita afirmando que le encantaron sus ojos y su barba. La velada transcurrió con total normalidad, con miradas y sonrisas cómplices, además, de que ambos tenían muchos aspectos en común.
“Dicen que el que tiene las manos grandes lo de abajo también, y eso me gusta”
Después de cenar decidieron participar en un juego del formato, donde se fueron a un sofá y tenían que hacer lo que les pedían unas tarjetas. “Miraos a los ojos durante 10 segundos a menos de 30 centímetros de distancia”, decía el texto del primer papel. “Mi mano son 24 centímetros”, comentó Jorge, que declaró que la tenía medida para cosas de carpintería provocando las risas de Nerea. “Dicen que el que tiene las manos grandes lo de abajo también, y eso me gusta”, comentó la soltera a las cámaras del programa bromeando.
Tras cumplir el reto cogieron otra tarjeta que les pedía un “pico o un morreo”. “¿Qué hacemos?”, preguntó Jorge. “Un morreo”, declaró tajantemente su cita que no lo dudó ni un segundo. “Vas a tope”, declaró el joven entre risas, tras lo que acabó accediendo a la propuesta. La cita culminó con ambos encantados el uno con el otro, y no dudaron en acceder a una segunda velada.