La nueva entrega de La Casa Fuerte. Código Secreto tuvo como protagonista a Albert por ser el tercer participante en situarse frente al Espejo del alma para compartir algunos episodios del pasado que han marcado su vida.
El ex tronista y ex superviviente recordó entre lágrimas lo duro que fue vivir internado en un centro deportivo, la autoexigencia que le hizo infeliz, la pobreza en la que vivió su familia y hasta un periodo relacionado con la cárcel.
Pero no fue el único que llamó la atención durante la noche, y es que el nombre de Tom y Sandra también inundó las redes por la crisis sentimental por la que están pasando y el lapsus de él al llamarla Melyssa, su ex.
La crisis de Sandra y Tom
Sandra y Tom entraron al reality recién salidos de La isla de las tentaciones 2 y con una relación muy incipiente. A eso se le sumó que se conocieron cuando él estaba con Melyssa y le fue infiel con Sandra, más que al llegar a La casa se toparon con una Samira que aseguraba haber tenido algo con él mientras estaba con su chica actual.
Todo ello ha llevado a que Sandra desconfíe del francés y que su estancia no sea cómoda. “Nuestra relación ha cambiado”, le achacaba en los vídeos, mientras él aceptaba su observación pero aseguraba que “el amor que tengo por ti no ha cambiado”.
Cuando Sandra Barneda conectó con ambos en directo para hablar del tema, Tom tuvo un lapsus que empeoró aún más el momento: “Es que con Melyssa...” dijo, confundiendo el nombre de su ex... al escucharle Sandra no pudo reprimir las lágrimas y él señaló que le había ocurrido al ver a la presentadora, que era la misma de La isla de las tentaciones: “Cuando veo a Sandra pienso en Melyssa. Pienso en la isla”, pero el argumento no convenció a su chica.
Las redes no tardaron en comentar lo ocurrido creando, inundando con memes Twitter y convirtiendo el nombre de la ex en trending topic.
Albert: “Pobreza”, “soledad” y “cárcel”
“Veo una víctima de la cultura, de la sociedad, un chico que ha experimentado una vida llena de emociones” empezó diciendo sobre él mismo al mirarse al espejo. Del deporte “lo que queda son valores, experiencias y amigos. Las medallas no sirven para nada” confesó.
En su apertura en canal aceptó que estuvieran sus compañeros delante. Sobre la “soledad” explicó que cuando estuvo interno en el centro deportivo se sintió muy solo, “aprendí quien soy yo, necesito apartarme de vez en cuando pero en exceso puede dañar”.
También habló de la “cárcel” haciendo referencia a que “cometió muchos errores cuando joven, no entré a la cárcel. Pero cuando era estudiante me decían que no era suficientemente bueno y tuve problemas en la cárcel y un tribunal dijo que no era suficientemente malo. Estuve muy cerca, me juntaba con personas que no me hacían bien, olvidé quién era y cometí muchos errores. Hubo un tiempo que intenté hablar con ese chico pero ya no puedo porque desapareció”.
Sobre la “frustración” explicó que le había acompañado “a diario en mi vida, fruto de mi autoexigencia. El mundo deportivo gira en torno a una clasificación. Solo gana uno y eso daña a muchas personas. Me vi envuelto en ese examen continuo que te lleva a frustrarte”.
Para finalizar, el último concepto del que habló fue el de “pobreza”. Aseguró que era lo que más le dolía porque “lo hemos vivido todos en casa. Hubo una época en la que tuvimos dificultades para llenar la nevera. Mi madre estaba enferma y recuerdo unas Navidades en las que solo teníamos para un bocadillo. Los vecinos nos ayudaron” acabó recordando sin poder reprimir las lágrimas.