Genoveva Casanova ha demandado a Alessandro Lequio, Mediaset y Unicorn Content, la productora de Ana Rosa Quintana, por una presunta vulneración de sus derechos al honor y su intimidad en el programa Vamos a ver. Además, según avanza Informalia, dicha demanda ya ha sido admitida a trámite por el juzgado de primera instancia número 16 de Madrid.
El origen de este litigio se remonta a hace un año, cuando el formato presentado por Joaquín Prat se hizo eco de la públicación, en la revista Lecturas, de unas imágenes de la mexicana junto a Federico de Dinamarca, por aquel entonces príncipe, y ahora rey, del país nórdico. Las imágenes causaron un fuerte revuelo mediático tanto en España como en tierras danesas, y según la demanda presentada por Casanova, los demandados incurrieron en “ilegítimas intromisiones” a su intimidad y su honor en ese tiempo. Algo que también habría perjudicado a su imagen y su capacidad publicitaria
Según el medio citado, Casanova defiende que no es un personaje público y que nunca ha comercializado con su vida privada por mucho que haya participado en programas como MasterChef Celebrity, Mask Singer o la quinta edición de El Desafío, que Antena 3 emitirá a partir de enero. De hecho, la demandada reconoce que “ha figurado puntualmente en entrevistas o programas de televisión”, pero “siempre al objeto de promocionar sus proyectos profesionales o humanitarios”, y no para sacar dinero de los mismos.
En este sentido, sostiene que si alguien ha ganado dinero con sus fotos junto a Federico de Dinamarca ha sido Mediaset, no ella. Es más, cifra en 400.000 euros el dinero que dejó de ingresar por compromisos publicitarios por este asunto, y en alrededor de 800.000€ los que Mediaset ganó, según su estimación, con los programas que hablaron de ella. Sin embargo, desde Informalia apuntan, a partir de fuentes del sector, que Casanova podría haber ido a eventos “con un caché mayor” gracias a sus imágenes con el monarca danés.
El medio también señala que su defensa la está costeando su ex más conocido, Cayetano Martínez de Irujo, y que los demandados tienen casi tres semanas para preparar la suya.