La dirección del Gran Hermano británico decidió expulsar esta semana a uno de sus concursantes. Lewis Flanagan, de 27 años, se vio obligado a abandonar la casa con “efecto inmediato” por lo que el programa consideró un “lenguaje inaceptable que contraviene las normas”, tal y como comunicaron en sus redes sociales y han recogido medios como BBC.
Aunque se desconoce qué dijo exactamente para ganarse la expulsión, Flanagan reconoció que su forma de expresarse no fue la mejor: “Desafortunadamente para mí, mi mal lenguaje y el mal uso de ciertas frases y palabras me han explotado en la cara”. Antes de tener que abandonar el reality de Channel 5, el ya exconcursante también tuvo tiempo para mostrarse “devastado” por esta decisión, aunque en ningún caso avergonzado. “No me avergüenzo porque no traté de ofender a nadie, fue un error”.
“Me disculparía con cualquiera al que yo hubiera molestado” añadió en el confesionario, donde dejó claro que “nunca” quiso “molestar a nadie, herir los sentimientos de nadie o faltar el respeto a alguien de cualquier tipo de origen, raza o religión”.
“Así que sí, lo siento”, se disculpó Flanagan asumiendo que “obviamente voy a pagar el precio” de su inapropiada conducta. Desde su cuenta de Twitter, el concursante hizo referencia a un episodio ocurrido con otros dos inquilinos de la casa, Brooke y Cameron, para reafirmar que lo ocurrido “no tiene nada que ver con el racismo”.
Es la segunda expulsión en esta edición de Big Brother
La expulsión de Flanagan, celebrada a la vez que criticada por los fans de Big Brother, no es la primera que se produce en esta 19ª edición. Ya en septiembre, el reality británico puso fin a la participación de Ellis Hillon por unos tuits de 2014 en los que hablaba 11-S con insultos racistas.