Gran Hermano ha sido el buque insignia de Telecinco desde el año 2000. Su reality por excelencia, garantía de éxito rotundo y generador de contenidos y personajes para el resto de su parrilla.
Pero nada es para siempre y desde GH 17 descubrimos que el formato se empezaba a desgastar.
El estreno de GH Revolution lo ha acabado de confirmar y tras una semana negra marcando mínimos históricos de audiencia, analizamos sus fallos y aciertos para llegar a la solución definitiva para la crisis del reality.
Los aciertos: desfibriladores sin resultado
La 18ª edición de Gran Hermano ha tenido muchas críticas desde que diera el pistoletazo de salida sin que la audiencia lo supiera con 100 personas dentro de la casa de Guadalix.
- La capacidad de reinvención: Lejos de ser esto un error, era la demostración del esfuerzo dantesco de Zeppelin por renovar el mayor de sus tesoros: una gala de salidas y no de entradas, un casting casi en directo, las nominaciones por parte de la audiencia, la elección del expulsado por parte de los concursantes...
Un sinfín de apuestas por sorprender a los seguidores y resucitar el programa que respondía al regalo envenenado de una nueva renovación cuando todos éramos conscientes del desgaste del formato.
Otra cosa se le podrá achacar a la productora pero que no han sido capaces de renovar un gigante tan acomodado como este formato, no.
Los errores que han rasgado vestiduras
Pero mientras la productora sí que intentaba volver a los orígenes de un formato que sorprendió a todo el país, la cadena optaba por acabar con la esencia de este: “La vida en directo”.
- La desaparición del canal 24 horas: Telecinco informaba de que este año no habría canal 24 horas desde el que los espectadores más fieles pudieran seguir el día a día de los concursantes dentro de la casa. Uno de los grandes errores de GH 18.
Si Mediaset ha querido controlar su contenido para que nadie se lucrara con sus imágenes, ni se generaran polémicas, lo que ha logrado ha sido el desinterés en los participantes al no verlos diariamente. Antes, con una semana ya les conocíamos, ahora han pasado 10 días y casi ni los distinguimos. Antes, cuando alguien publicaba un vídeo criticando algo en las redes, todos esperaban a la gala o el debate para recibir explicaciones... ahora esas polémicas no existen y tampoco la expectación en cada entrega.
- El estreno contra Masterchef Celebrity: A sabiendas de que el talent culinario es uno de los formatos más en forma de nuestra TV actual, Telecinco decidió estrenar su reality contra él. En un martes, cuando su día habitual es el jueves, haciendo escoger a la audiencia entre los dos concursos. Con la soberbia de quién se sabe ganador o con la intención de debilitar al rival, fuera cual fuera el objetivo, lo que dejaron claro es que en el último que pensaron fue en el espectador... y este tampoco los sintonizó a ellos.
- El casting abierto: Este verano GH ha hecho una gira por España buscando a los nuevos participantes para finalmente escoger a viejos perfiles. Parece que ya les hemos visto a todos antes y es que, el error es hacer un casting abierto al que - como es normal- se presentan los conocedores del formato deseosos por aparecer en él. Una aspiración que desvirtúa por completo un formato que premia la naturalidad.
Por ello, deberían apostar por hacer un casting directo (como el que hacen los “tróspidos”) sin que se presente nadie sino yendo a buscar lo que quieren, encontrando perfiles diferentes, inocentes, blancos, sin pretensiones de vivir DEL programa, sino de sobrevivir EN él.
La solución definitiva: DEP temporal
Pero por mucho que sigan apostando por la reinvención, regrese el 24 horas y hagan un casting abierto - hasta volviendo Mercedes Milá-, hay que ser realistas: el formato está desgastado.
Después de 18 años la audiencia se ha cansado de 'Gran hermano' definitivamente. Ya hemos usado todos los cartuchos. Una de las máximas televisivas es: “Si algo funciona, no lo toques”, y así se ha hecho durante años hasta que no ha funcionado, lo han tocado y aún sigue sin mejorar... por lo tanto: hay que dejarlo descansar.
Solo por un tiempo, unos años, un parón en el que Telecinco puede apostar por realities internacionales que han atraído a nuestro público como 'Volverías con tu ex' o 'Amor a prueba', por ejemplo.
Ahora que el “niño” se ha hecho mayor de edad y ya no atrae tanto como cuando era un bebé hay que dejarlo volar.