El “domingo mágico” de GH VIP 8 cumplió el sueño de muchos seguidores (y del propio programa) de volver a ver a los protagonistas de la edición dentro de la casa. El reality movió sus hilos para no dejar a los cinco finalistas solos y seguir creando tramas. ¿Cómo? Con la excusa de que los jefes de campaña convivieran con sus candidatos hasta el final del concurso.
Así, Luitingo se reencontró con Jessica Bueno, pero también con Pilar Llori que defiende a Naomi. Naomi también se enfrentó a Álex Caniggia por llamarla “sangijüela” mientras él hace la campaña a Laura Bozzo.
El giro más inesperado fue el del regreso de Carmen Alcayde a la casa, tras su reciente expulsión porque dieron la oportunidad a Albert de cambiar a Susana por su amiga y así lo hizo sin dudar un segundo. Un retorno que Alcayde celebró por todo lo alto: “Es que esa también es mi familia”, gritaba de ilusión tras confesar que no había podido ver el 24 horas por la tristeza de pensar que esa “era su vida”.
Así también Alcayde se reencontró con Gustavo Guillermo - que había salido expulsado de forma disciplinaria y volvía para defender a Michael - al que reprochó “la portada que te has clavado a mi costa”. Él se defendió explicando que no se esperaba los comentarios de la televisiva sobre María Teresa Campos, pero ella reiteró: “Hasta el día de hoy no me he hecho ninguna portada hablando de nadie”.
De esta forma, Pilar, Canigia, Gustavo, Jessica y Alcayde se quedarán junto a los finalistas hasta el jueves, cuando se emitirá la final. Cabe recordar que el miércoles se celebrará la semifinal.
Primeros porcentajes ciegos y la expulsión de Michael
La entrega también mostró a los finalistas, por primera vez, los porcentajes ciegos hasta ese momento. El que más apoyos reunía ascendía al 33%, le seguía el segundo con 23%, un tercero con 20%, el cuarto con el 13% y el último solo tenía un 9,6% de los votos.
Minutos después de desvelar los números, Ion Aramendi despidió al finalista que ocupaba el quinto puesto: “La audiencia ha decidido que no gane GH VIP Michael”. Albert pidió paso para dedicarle un cariñoso mensaje en público: “A pesar de todo lo que vivimos, hoy por la puerta se va mi Gran Hermano”.
Así llegaba una de las expulsiones más esperadas por ser “el mayor mueble de la edición”, según las redes, y con él se marchaba GUstavo que tampoco había sido uno de los grandes protagonistas del programa.