Los datos hablan por sí solos: 'Gran Hermano' está pasando por el peor momento de su historia. Si el reality vivió el martes el arranque menos competitivo de sus 18 ediciones, anoche anotó un nuevo mínimo histórico en lo que a número de espectadores se refiere.
Con 1.506.000 de televidentes, el longevo formato nunca había registrado una audiencia tan baja en ninguna de sus 313 galas anteriores. Sí, 313 (sin contar 'El Reencuentro' y 'La Re-vuelta'), un número que, por sí mismo, permite vislumbrar el primero de los posibles motivos de su desgaste: el tiempo. Y es que estamos ante un programa que lleva en nuestras vidas desde el 2000. 17 años y 18 temporadas que reflejan su indudable impacto y relevancia en nuestra televisión, pero que a la vez le dificultan renovarse.
Después de tantos tiempo es complicado enganchar y sorprender al espectador, aunque poco se puede reprochar a 'GH' en este sentido. Desde el propio nombre de esta edición, Revolution, ha prometido un lavado de cara que en sus dos primeras galas sí está llevando a cambio. Novedades como comenzar el reality con 100 concursantes dentro de la casa o dar a la audiencia la posibilidad de nominar suponen todo un hito en la mecánica del programa, pero con los datos en la mano, parece que ni éstas ni otras innovaciones han congregado al público esperado.
Es evidente, por tanto, que el problema no radica solo en las galas y en los debates (el único celebrado hasta el momento, emitido este domingo, fue cuarta opción de la noche con un 11.5% y 1.4 millones de espectadores), sino que hay otros factores. A continuación repasamos algunos de ellos.
Competir contra 'MasterChef Celebrity' durante la gala inicial
En primer lugar hay que hablar de la estrategia de programación por parte de Telecinco, toda una revolución en sí misma. La cadena decidió emitir la primera gala en competencia directa con el estreno de 'MasterChef Celebrity'. Una decisión, cuanto menos, arriesgada. No tanto por el desgaste que 'GH' ya dejó ver durante su pasada edición, sino por la fortaleza de su rival.
No obstante, el talent culinario de TVE fue una de las revelaciones de la pasada temporada, que proclamó como ganador a Miguel Ángel Muñoz ante un 28.2% de la audiencia. Si tenemos en cuenta que ambos formatos se alargan hasta altas horas de la madrugada, la posibilidad de sumar un mayor share se complica.
Además, hablamos de dos formatos de telerrealidad que, como tales, pueden compartir público y dividir a la audiencia. Una división que cayó del lado de 'MasterChef Celebrity', que ganó con cierta claridad este primer asalto al liderar la noche con un 18.9% de cuota y 2.534.000 espectadores.
Pese a ello, 'GH' tampoco pudo vencer este jueves a una serie, 'Estoy vivo', que le aventajó en 1.7 puntos en competencia directa.
Penalización por el cambio de día
Al enfrentar 'GH' contra Telecinco 'MasterChef Celebrity', Telecinco también cambió el día clásico de emisión de su reality, pasando del jueves al martes en su inicio. Una variación que pudo despistar a más de un seguidor, acostumbrado a ver las galas de 'Gran Hermano' el cuarto día de la semana.
Sin embargo, los martes no son ajenos para los fans del reality. En ediciones pasadas, Telecinco programó ahí diversas emisiones con la última hora de lo que ocurría en Guadalix, aunque con un resultado insuficiente. La temporada anterior, sin ir más lejos, 'Límite 48 horas' desapareció de parrilla apenas un mes y medio después de que 'GH 17' diera comienzo. Los datos de audiencia no acompañaron entonces a las entregas conducidas por Jordi González, provocando su precipitado final.
Por otro lado, la primera revolución de 'GH 18' (la entrada de 100 concursantes en Guadalix),, fue anunciada de forma atípica: el lunes en los informativos de Mediaset y con un especial en el access de Telecinco (precisamente su franja menos competitiva) presentado por Jorge Javier Vázquez.
Polémica por la eliminación del 24 horas
Otro factor tan reciente como controvertido. El mismo martes del estreno, Telecinco anunció la cobertura para 'GH Revolution', y en ella no estaba el canal 24 horas. Su eliminación provocó el enfado de los fans, que no tardaron en manifestarse contra esta decisión bajo el hashtag #Sin24hNoHayGH.
Resulta imposible medir el impacto que esta controversia tuvo sobre el dato final de la gala, pero en ningún caso puede considerarse como beneficioso. Y menos aún cuando varios de esos fans cabreados amenazaron con dejar de ver el programa.
Además, la eliminación del canal 24 horas supone suprimir una forma clásica de seguir el reality, pero también el posterior recorrido que las imágenes de la casa tienen en las redes sociales. Esto último podría ser el motivo por el que Telecinco habría tomado esta decisión, pues de esta forma obliga al espectador a ver las galas (esperando una subida de audiencia) si quiere saber lo que ocurre en Guadalix, cuando antes solo tenía que navegar por las redes sociales.
Jorge Javier Vázquez como sustituto de Mercedes Milá
Tras conducir 15 de 16 ediciones (13 de ellas de manera consecutiva), Mercedes Milá y 'Gran Hermano' separaron sus caminos en el verano de 2016. Una sorpresa mayúscula que dejó en shock a los seguidores del reality. Y es que para muchos, la presentadora era un motivo más para ver el programa, ya fuese por sus posicionamientos en favor y en contra de los concursantes, sus vestimentas y, sobre todo, su pasión hacia un formato que prácticamente tomó como propio.
Todos estos ingredientes hacían muy difícil que su sustituto, Jorge Javier Vázquez, pudiera superar la alargada sombra de su predecesora. Pasado un año no ha terminado de conseguirlo, no tanto por su desempeño como presentador como por otras razones. Una de ellas, la sobreexposición que tiene dentro de Telecinco. Al fin y al cabo, está en 'Sálvame', 'Sábado Deluxe', 'Got Talent' y 'Supervivientes', a lo que sumó en 2016 'GH'. Y otro, que es un presentador más asociado con formatos de corazón y no tanto con anónimos, con los que Milá se desenvolvía como pez en el agua.
Perfiles que se repiten año tras año
Decíamos al principio que 'GH' tiene cada vez más difícil innovar tras 17 ediciones a sus espaldas. También a la hora de encontrar nuevos perfiles de concursantes. Sin ir más lejos, Yangyang recuerda a Han (gh 16) y Yoli a Bea (GH 17). Incluso la ganadora de la pasada edición lo ha reconocido.
Hemos visto, por tanto, toda clase de participantes dentro de la casa. Prácticamente la totalidad de las procedencias, personalidades, orientaciones sexuales y religiones han sido cubiertas, por lo que no hay lugar para la sorpresa. Hasta hemos visto a madres e hijas dentro de la casa (Maite y Sofía, en GH 16).
Además, la inocencia de todos ellos se ha ido perdiendo poco a poco con cada edición. El “experimento sociológico” del 2000 ha ido dejando paso a un trampolín directo a la fama dentro del universo 'Mediaset'. Cada vez es más habitual ver concursantes con potencial de 'tronista' o con intención de encadenar 'GH' con otros realities. “Vivir la experiencia”, como se reivindicaba años atrás, ha dejado de ser prioridad en favor de la fama televisiva.
Más y diversos realities
La llegada de 'Gran Hermano' marcó un antes y un después en nuestra televisión. Sus audiencias históricas hicieron que sus rivales siguieran su estela, dando pie a que la telerrealidad se convirtiera en uno de los géneros televisivos más recurrentes. En la actualidad lo sigue siendo, con formatos más diversos que gozan de una mayor frescura, como puede ser el ya mencionado 'MasterChef'.
Ritmo lento e imágenes repetidas
La 'revolución' prometida no ha evitado un problema endémico de 'Gran Hermano', la necesidad de que pasen los días hasta que las tramas dentro de la casa vayan tomando forma. Otros años era un mal menor, pues la audiencia estaba ahí, pero con el desgaste actual esto hace que el reality vaya contra reloj desde el primer momento. La oleada de novedades invitaba a pensar en una mayor frescura, pero son tantas que, para asegurarse de que la audiencia no perdía el hilo a las mismas, 'GH' repitió anoche imágenes del martes, con la consiguiente falta de novedad. Además, el ritmo pausado tampoco facilitó al espectador engancharse a la emisión.