Gorka Ibarguren, concursante de Supervivientes 2024, confiesa que robó “latas de Coca-Cola” durante su estancia en Honduras. Asegura que se las quitó al equipo de Supervivientes Italia, que también se estaba grabando en la isla en ese mismo momento.
Es algo que ya había insinuado tras su paso por el programa, en el que, a lo largo de 108 días de supervivencia, pasó tanta hambre como sus compañeros. O quizá un poco menos, pues admitía haber hecho “travesuras” que no podía contar.
Ahora, Ibarguren ha revelado esos detalles que no quería airear. Reconoce que “sobre todo” robó latas de Coca-Cola y da a entender que también tuvo a mano otros productos. “Aprovechaba las largas noches para escaparme, cogérselas al equipo técnico de la edición de Italia y, una vez terminada la hazaña, enterrar las latas en la arena para que nadie sospechara”, ha contado en El Diario Vasco.
¿Por qué no aprovecharon los recursos de la isla para llenar la tripa?, se preguntan muchos espectadores. “Los Cayos Cochinos están protegidos. Es otra de las grandes sorpresas que te llevas al llegar allí y de lo que nadie te habla. No se puede cazar nada, sólo pescar y no todas las especies. Y los cocos que se comen son los que caen del árbol”, apostilla.
“Hay tramas que se refuerzan o exageran”
Gorka fichó por Supervivientes para demostrar sus dotes como aventurero y se negó a participar en las polémicas tramas con las que se llenan horas y horas de contenido. A él se le atribuyó un supuesto amorío con Marieta, algo que lo puso al borde del precipicio.
“He venido aquí a hacer supervivencia y me están intentando llevar por otro camino que no es el que quiero llevar”, se quejó ante las cámaras, dando a entender que el programa estaba tratando de alimentar una historia ficticia.
Preguntado por ello, Gorka reconoce que “lo que sucede” en Supervivientes “es todo cierto”, aunque admite que “existen historias que se fuerzan o exageran” porque “la audiencia es la que manda”. “Dicho esto, a la productora le puede interesar que nos comportemos de una manera determinada, pero luego está en nuestras manos ser independientes o convertirnos en marionetas. Yo siempre me he posicionado en el primer grupo”, comenta.
Aquellas polémicas le pasaron factura tanto a él como a su novia, pero dice que la confianza entre ellos está casi totalmente restablecida. “Tras la salida del concurso, a todos nos ponen ayuda psicológica durante seis meses aunque yo reconozco que no estoy acudiendo. Mi mejor terapia es el deporte”, añade el exconcursante, que llegó a Supervivientes tras pasar por El Conquistador de TVE.
Ahora quiere tomarse un respiro. Ha rechazado “todas” las ofertas televisivas que le han llegado y está trabajando en su verdadera vocación: “Sé lo que quiero y lo que no, y a partir de ahí seguiré construyendo mi marca personal ligada a la preparación física”.