El enfrentamiento abierto durante las últimas semanas entre dos de las productoras de confianza de Telecinco, Unicorn Content y La Fábrica de la Tele, a raíz de Rocío, contar la verdad para seguir viva, ha tenido un nuevo y llamativo episodio este jueves 20. El programa de Ana Rosa, producida por la primera productora, no ha hecho mención o referencia alguna durante su emisión al undécimo episodio de la docuserie sobre Rocío Carrasco, realizada por la segunda.
Hasta la fecha, el magacín matinal había recogido las impresiones producidas por la emisión de la noche anterior, incluso en su sección de política, por las repercusiones que el formato y el testimonio de Carrasco habían tenido a esa escala. En el club social, se abundaba sobre el tema con los comentarios de los tertulianos habituales. Sin embargo, esta vez no ha sido así: el programa se ha centrado en Supervivientes, con especial mención a Olga Moreno, mujer de Antonio David Flores; a la trama en torno a Sandra Pica tras su ruptura con Tom Brusse; y a los conflictos en el clan Pantoja.
Un conflicto creciente durante las últimas semanas
Esta es la primera vez que no hay mención alguna a nada de lo que se vio horas antes en el prime time del canal. Una circunstancia que llega en un momento de tensión acrecentada entre los programas de ambas productoras. Las mañanas (El programa de AR, Ya es mediodía) pertenecen a Unicorn Content, mientras que las tardes (Sálvame) están en manos de La Fábrica de la Tele, a la postre responsable de la docuserie.
Durante las últimas semanas, la disensión ha sido notable, especialmente a raíz del movimiento que se llevaba a cabo en El programa de AR, al fichar a Rocío Flores, hija de Carrasco y Antonio David, para comentar Supervivientes. El testimonio de Carrasco, por su lado, había encontrado escépticos en algunos de los colaboradores, como Alessandro Lequio, quien luego se convirtió en protagonista de la docuserie. Durante la entrevista que la hija de Rocío Jurado concedió en el plató de Rocío: Contar la verdad para seguir viva, a mediados de abril, esta se refirió directamente al posicionamiento del aristócrata: “Perro no come perro”, dijo. “Si tiene ese pensamiento que verbaliza me está demostrando que si no es igual es muy parecido al ser”, añadía ella, refiriéndose con esa última denominación a su exmarido, al que ha acusado de maltrato físico y psicológico de forma continuada durante su matrimonio.
A partir de ahí, las pullas comenzaron a ser más llamativas, como la que Jorge Javier Vázquez dedicó a Patricia Pardo, copresentadora de El programa de AR, cuando criticó el ataque al citado Lequio. Más adelante, durante el décimo episodio de Rocío, Carlota Corredera reprochó la actitud que “grandes comunicadores” que se habían dedicado, a su juicio, a “torpedear” a Rocío Carrasco, unas palabras en las que se vio una indirecta a compañeros de cadena.
La mención directa de Ana Rosa a La Fábrica de la Tele
Hace apenas tres días, la guerra de productoras se intensificó aún más, cuando El programa de AR comentó la entrevista concedida por Antonio Canales a Sábado Deluxe. El bailaor se había involucrado en la trama, al asegurar durante su estancia en Supervivientes 2021 que no tenía relación alguna con Fidel Albiac y Rocío Carrasco. “¿Cuándo dice la verdad? ¿Cuando lo dice en la palapa, que quiere quedar bien con Olga, o cuando lo dice aquí, que quiere quedar bien con La Fábrica de la Tele?”, comentó Quintana. Lequio apostilló luego que “la tropa, las huestes, le atacaron [a Canales] por indicación de quien sabemos y entonces él reculó [...]”.
Horas más tarde, Sálvame respondió al comentario de la comunicadora. Fue Belén Esteban quien cuestionó la actitud de la presentadora: “Ya sabéis que yo he trabajado con ella, la quiero y la tengo muchísimo cariño, pero ha dicho una cosa que no me ha gustado absolutamente nada”, dijo en relación a la alusión directa que Quintana a la productora. “¿Ana Rosa ha pronunciado La fábrica de la tele? Escucha, entonces esto ya es la guerra”, reaccionó Jorge Javier, antes de que preguntara a la dirección de su espacio: “De Alessandro Lecquio no podemos hablar, ¿no?”.
Y de este intercambio de dardos, a la elusión de todo comentario sobre Rocío: contar la verdad para seguir viva en El programa de Ana Rosa. Un hecho cuando menos insólito en una programación, la de Telecinco, caracterizada por la retroalimentación y el comentario continuado de sus propios contenidos.
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