Hollywood se enfrenta a una situación sin precedentes tras el fracaso de las negociaciones entre el sindicato de actores (SAG-AFTRA) y la patronal. Tras la prórroga de 11 días para mantener el actual convenio y así tratar de alcanzar un acuerdo entre las partes, la huelga de los actores parece inminente. Salvo viraje de última hora, se unirán así a los guionistas, en huelga desde mayo, para paralizar definitivamente la industria.
Con el citado convenio laboral expirado en la noche del miércoles 12, el sindicato anunció que el comité de negociación ha votado por unanimidad a favor de los paros. Se espera que el anuncio oficial llegue en la mañana de este jueves, lo que detendría indefinidamente toda producción de cine y televisión de las compañías incluidas dentro de la Alianza de Productores (AMPTP). Hay que recordar que en junio los afiliados dieron su apoyo unánime a una convocatoria de huelga.
Fran Drescher, quien fuera protagonista de La niñera y ahora ejerce de presidenta de SAG-AFTRA, añadió en un comunicado que los productores han sido “insultantes e irrespetuosos” con sus respuestas a las demandas que planteaban desde su gremio. “Hemos negociado de buena fe y éramos proclives a alcanzar un acuerdo que satisficiese de forma suficiente las necesidades de los intérpretes”, afirma, y recoge Variety. Sin embargo, acusa a la AMPTP de “haberse negado a involucrarse significativamente en algunos temas”, mientras que en otros “han puesto un muro de piedra”.
No se producía una huelga simultánea así desde 1960
“Hasta que no negocien de buena fe, no podemos empezar a llegar a un acuerdo”. Sus palabras son similares a las que los representantes del sindicato de guionistas de Estados Unidos (WGA) pronunciaron antes de iniciar la paralización masiva. Desde el 2 de mayo, la producción se había visto mermada de forma amplia por el parón de los escritores, que avisaban de que, sin cambios ni intención de cambiar la situación por parte de los productores, la situación se alargaría durante meses.
Ahora, la movilización de los actores apunta a dejar la industria en bloqueo hasta nuevo aviso: SAG-AFTRA representa a 160.000 actores. Este sindicato no había armado una huelga de trabajadores desde 1980, aunque para hallar el anterior precedente de una huelga conjunta entre guionistas y actores hemos de trasladarnos a 1960. Es decir, esta será la primera en 63 años.
Por su parte, los productores se muestran “decepcionados” y acusan a SAG-AFTRA de “salirse de las negociaciones” con su pretensión de huelga. “Es la elección del sindicato, no la nuestra”, añaden, afirmando que habían propuesto “incrementos de salarios y pagos remanentes de corte histórico”, entre otras cuestiones de título económico, y “una propuesta pionera sobre Inteligencia Artificial para proteger a los actores”.
Las reclamaciones de SAG-AFTRA
Lo que el sindicato de actores pide es una fórmula de pagos remanentes por streaming que tuvieran en cuenta el éxito y consumo en plataformas. Esto choca con la reticencia de los estudios de desvelar sus datos de espectadores, lo que derivó en que los actores propusieran la entrada en escena de un tercero, la empresa Parrot Analytics, para calcularlo.
De igual modo, piden una regulación estricta sobre el uso de la inteligencia artificial en la industria del entretenimiento, que haría que los actores cobrasen por cualquier imagen generada con esta tecnología a partir de sus rasgos; así como límites al proceso de los castings auto-grabados por los propios artistas, que se ha convertido en una dinámica desde la pandemia.
“Durante la última década, nuestra retribución se ha visto erosionada por el auge del ecosistema del streaming. Además, la inteligencia artificial implica una amenaza existencial para las profesiones creativas, y todos los actores y artistas merecen contratos que los protejan de ver sus identidades y talentos explotados sin consentimiento”, indicaba SAG-AFTRA en un comunicado a sus afiliados.
Cambio de actitud del sindicato en las negociaciones
Las negociaciones habían comenzado el 7 de junio, y en un primer momento Drescher aseguró que estaban siendo “realmente productivas”, lo que generó malestar entre la membresía. Así, el 30 de junio se acordó extender el tiempo para conversar ampliando con una prórroga el convenio, lo que daba a entender que el acuerdo era inminente. Esto llevó a que los actores pidieron mano dura a Drescher: en una carta dirigida a esta, más de dos mil firmantes la instaban a no aceptar nada que no fuera “un acuerdo transformador”.
No obstante, todo cambio en la última semana, cuando los productores aceptaron la entrada en escena de mediadores federales. Ahora, la unión afirma que sigue queriendo llegar a un acuerdo, pero considera que los estudios “no tienen intención de ceder”.