'El Hormiguero' convirtió a Rosalía en camarera por un día para cantar el menú a los clientes sin que la reconocieran
Rosalía regresó a El Hormiguero, este lunes, para hablar de su último proyecto titulado 'Tuya', de su exitosa gira por Europa y de sus próximo planes en la música.
Pablo Motos también le preguntó por las últimas tres canciones que ha sacado con su pareja, Rauw Alejandro: “Trabajar con tu pareja en un estudio es divertido. Nos reímos todo el rato aunque sacar un proyecto genera presión. Pero mira, aquí estamos seguimos. Sobrevivimos”, dijo entre risas.
Pero si algo llamó la atención en la visita de la cantante, eso fue su nueva sorpresa para los espectadores. Si anteriormente se había disfrazado de reportera del programa para hablar con gente de la calle sin que la reconocieran, en esta ocasión el sketch -dirigido por Jordi Moltó - consistió en convertirse en “camarera por un día y en vez de hablar normal les dice cosas de su nuevo tema”.
Antes de dar paso al vídeo, la artista explicó que se tomó muy en serio su nuevo reto: “Yo llegué como si fuera mi primer día de trabajo, lo de aprender a ser camarera es dificilísimo. Tengo mucho respeto a la gente que trabaja de ello por estar a tantos frentes abiertos, me hice un lío.. no valgo pa'eso” confesó.
Seguidamente, mostraron cómo una de las cantantes más importantes del momento, se ponía una peluca rubia, lentillas, tatuajes y gafas, para atender a los clientes de un bar en el que tampoco sabían su verdadera identidad.
Se le cayó la bandeja en la terraza, no supo cómo abrir la puerta cuando iba cargada, se olvidaba de la carta pero la cantaba. Al dechergarirle que el plato que les llevaba no era suyo, hasta respondió: “Pues esta noche yo soy tuya”, entre otras estrofas de su nuevo tema que dedicó a otros clientes: “Somos dos loquitos”, “no se puede tapar el sol con la mano”....
Hasta que le acababan reconociendo algunos y ella confesaba a sus compañeros quién era. “¡En qué embolados me meto! A mí me encanta desde pequeña disfrazarme”, concluía en el programa. Para acabar asegurando a Pablo que “el próximo día hago de otra cosa y ya está”.