Iker Jiménez volvió a dejar claro este domingo, en una nueva entrega de Cuarto Milenio, el apoyo inquebrantable que tiene por parte de Mediaset y de todos sus responsables y compañeros. En su monólogo final, el presentador repitió que ha sido víctima de una campaña en su contra en la que han pedido que le cortaran la cabeza, volviendo a señalar a otros periodistas y medios. No se refirió a sus bulos sobre la DANA, tras llegar a afirmar que “nunca dijeron en antena” el bulo del parking de Bonaire. Mientras, el vídeo en el que cede la palabra a su colaboradora y mujer, Carmen Porter, para leer el mensaje de un supuesto Guardia Civil afirmando que “ese parking es un infierno” y desafiando a “por si quieren maquillar algo más”, sigue repitiéndose cada vez que el presentador lo niega.
Aunque los ejemplos se acumulan, y poco antes de aprovechar la DANA su programa Horizonte había vuelto a promocionar la teoría conspiranoica de El gran reemplazo, uno de sus tertulianos había dicho en el programa que “todo alrededor de Israel son terroristas y basura humana que debería ser exterminada”, y el propio presentador repitió discursos xenófobos asegurando que “toda esa historia del fascismo y el racismo es una milonga”, Mediaset ha cerrado filas con él. Así lo ha agradecido el propio Iker Jiménez, contando la bonita experiencia que vivió en la fiesta de Navidad del grupo.
“Fuimos recibidos como los que llegaban de los Alpes con Aníbal”, ha afirmado Iker Jiménez para introducir cómo les acogieron todos sus compañeros de grupo. “Fue un afecto tan grande que quiero agradecerlo y quiero decirlo”, ha añadido, reconociendo que tenía ciertas dudas por cómo sería, pero reflexionando: “Cuando las cosas son duras, la gente está un poco distante y no dice ni mú por si acaso. Pero yo creo que estamos ya en otra fase”.
El presentador ha enfocado su monólogo asegurando que hay intereses para que él deje de hablar de “actualidad” y siga hablando solo del “misterio”, afirmando que esta vez había entrado en el cuerpo a cuerpo por defender a las “50 familias” que trabajan y comen de sus programas. Y en ese sentido, en esa copa de Navidad sintió el afecto de sus directivos y compañeros: “Les voy a contar un secreto. Hubo un momento que con varias personas, no sé si les molestará que lo diga o no, pero con Alessandro Salem, con Sandra, con Paco, jefe de informativos, y Carmen y yo nos dimos un abrazo de equipo de baloncesto tan grande y largo... Y dijimos: joe. Porque nosotros sí sabemos lo que hemos pasado. Qué bonito, qué alucinante ha sido”.
El presentador se ha referido así al consejero delegado de Mediaset Alessandro Salem y a la directora de comunicación del grupo, Sandra Fernández, a los que ya había agradecido su apoyo calificándolos como “gente de honor” cuando él aseguró que lo que hace es “luchar por la libertad”. Y ha añadido a Francisco Moreno, jefe de informativos de Mediaset, cuyos informativos quedaron relegados de la cobertura del grupo cuando éste volvió a priorizar un especial de Horizonte en el que se soltaron los bulos de la DANA. De hecho, al día siguiente y tras la polémica Mediaset cambió su parrilla para improvisar un especial, este sí de sus informativos, donde se desmintió el bulo de Iker Jiménez.
Iker Jiménez no sólo sintió el apoyo de los directivos de la cadena, también de algunos compañeras a las que él mismo quiso nombrar: “Toda la gente del ámbito publicitario, del ámbito directivo, del ámbito de los compañeros. Que entre compañeros hay muchos egos, muchas historias. Pues yo vi a muchos... ¿puedo decirlo, no? Ángeles Blanco, Emma, queridas amigas, que me decían que habían sufrido mucho. Habían sufrido, y sé que es verdad. Habían sufrido lo que estaba pasando, no sabían muy bien lo que estaba pasando, y que todo el mundo diciendo que había que quitarme el programa y echarme un poco menos del país. Y no lo entendían”.
A inicios de temporada, Mediaset ya anunció que renovaba el contrato de larga duración con Iker Jiménez. Tras su especial en el que lanzó bulos, el grupo le apoyó sin fisuras, con Ana Rosa Quintana llegando a “alegrarse” por el supuesto boicot que los fans del presentador habían iniciado contra el banco ING por retirar la publicidad de sus programas.