Más vale tarde había acostumbrado a poner a Iñaki López y Cristina Pardo a degustar platos a lo largo de las tardes durante las últimas temporadas. En el comienzo de la presente, el magacín de laSexta ha optado por ponerles a cocinar, directamente.
Los dos presentadores se han puesto en manos del cocinero Carlos Maldonado, que en este curso tiene que encargarse de formarles para preparar toda clase de elaboraciones, que tendrán que probar sus compañeros de programa. Como se pudo ver en el arranque de esta sección, que ocupó buena parte de la segunda hora de programa, las dificultades y las risas fueron la tónica.
“Cocinar y pensar, me estáis pidiendo demasiado”, comentaba López, ante el reto de preparar una tortilla de patata en directo. Con el ganador de MasterChef 3 guiándoles, asesorando y, en ocasiones, interviniendo para evitar el caos, los dos periodistas se colocaron el mandil para afrontar la cocina. Lo cierto es que el hecho de que el delantal del vasco ya incluyera mal serigrafiado: “¿Quién es 'Añaki'? ¿Iba a venir un cocinero japonés?”. Al menos, tenían varios delantales por si había alguna incidencia.
“Si lo sé me pongo un chándal”
Los espectadores pudieron seguir todo el proceso casi en directo, con algunas “trampas” para agilizar la emisión. Para ambos esta era su primera tortilla de patata, lo que dio lugar a momentos ciertamente divertidos. Por ejemplo, cuando López comenzó a cortar patatas. “Igual me está quedando un poco gruesas. Con esto puedo aparcar una furgoneta en cuesta con ellas. Las utilizo de cuña”.
Tirando de humor, el vasco acaparó el protagonismo, tratando de proponer alternativas a las directrices de Maldonado, mientras que la navarra se encargaba de formularle preguntas y dudas de manera continuada. “Vamos a fiarnos de Carlos, que parece que ha cocinado antes”, ironizó el presentador, que decía estar “hasta sudando”. “¡Qué jaleo, Iñaki!”, resoplaba su compañera, que sí se relajó echando pimentón.
Uno de los momentos más cómicos fue cuando tocó el momento de dar vueltas a la masa de la tortilla. Pardo se negó en rotundo, viendo que no sería capaz de voltear una sartén con tanto peso: “No voy a girar esto ni de coña”. La tarea le tocó a Iñaki: “Joder, cuatro vueltas. Si lo sé me pongo un chándal”, apuntó.
“Si nos valoran mal, no abren la boca”
El resultado fue una tortilla “picassiana”, en palabras de López, pero con buen sabor, según reiteraba un Maldonado que trataba de animar y tirar de refuerzo positivo frente a sus pupilos. Sin embargo, el veredicto no dependía de él, al menos no en su totalidad, puesto que eran los tertulianos quienes debían probar y aprobar, o no, el resultado. López avisó: “Si nos valoran mal, no abren la boca en el resto del programa”.
Elisa Beni y Ramoncín fueron, en esta primera cata, los responsables de sentenciar el trabajo, que costó emplatar. La primera fue particularmente exigente, y llamó al trabajo “un revuelto de huevo”. “¡Joder, Elisa!”, exclamó Pardo. Los presentadores se defendieron catalogando su tortilla como “fluida”, al no estar suficientemente cuajada. Ramoncín fue más elogioso y sí les concedió el aprobado.
“Ramón, gracias por tu valoración. Hoy vas a hablar un montón. Porque Beni, en cambio... Ya ha dicho todo lo que tenía que decir”, anotó López. Con todo, gracias al voto favorable de Maldonado, la tortilla les sirvió para pasar la prueba, por dos votos a favor frente a uno.
Eso sí, ambos tuvieron clara una cosa: “Es agotador hacer una tortilla. ¿Es normal? Es peor que ir al gimnasio”. La siguiente prueba, el próximo martes en laSexta.