Crónica de la cuarta entrega

'La isla de las tentaciones 4' sufrió otra infidelidad y desveló las consecuencias del 'asalto' de Zoe

Paula Hergar

2 de diciembre de 2021 01:05 h

La cuarta entrega de La isla de las tentaciones 4 hizo estallar ambas villas tanto con la hoguera de las chicas como con la de los chicos.

Rosario también fue infiel a Álvaro, Nico y Gal·la están a punto respectivamente y Tania casi ha tirado la toalla ya con su relación con Alejandro.

Todo ello lo vieron en las imágenes que les mostró una Sandra Barneda que vivió dos de sus peores momentos en el programa, al darse “un susto de muerte” con la irrupció de Zoe y llorar ante la desesperación de Alejandro.

Rosario y Álvaro, infieles y viceversa

Como ya avanzaron en el debate, Rosario fue la primera chica en caer en la tentación. Nadie lo dudaba. Su cercanía con Suso desde el primer día era evidente y cada vez se entendían mejor. Hasta que una de las noches, se alejaron del grupo para confesarse sus sentimientos. “Yo ya hubiera hecho cosas pero es que estoy harta de pasarlo mal por otras personas”, decía ella. Y él aseguraba que lo que estaba sintiendo “en tan poco tiempo” no era normal. “Porque yo so así de atento, de desesperado...” y ella le plantó un beso.

Mientras, Álvaro y Sabela siguieron adelante con su acercamiento. Juntos a todas horas, besándose, acariciándose, compartiendo momentos en la piscina, de complicidad y pensando en algo más allá de esta aventura.

Nico y Gal·la, olvidándose el uno del otro

Nico se olvidó de que había llegado con novia desde que puso el pie en la isla, pero en esta cuarta entrega la amnesia ya fue irreversible. Él navegaba entre dos aguas, con Rosana y Miriam, dejando a una en cola por si no le salía bien con la otra. Hasta que vio que su primera opción sí le correspondía y puso toda la carne en el asador.

Mientras Gal·la seguía pensando en su chico pero empezó a revivir gracias a su buena sintonía con Miguel. “Cada vez me siento más tentada por él”, confesó.

Tania y Alejandro, ¿una relación totalmente rota?

Mientras en Villa Playa, Alejandro se dejaba llevar por la fiesta, jugando a que Jenny - la nueva tentadora- le chupara las abdominales, Tania confesaba a Stiven en la piscina que aunque viera a su novio llorar, creía que era imposible arreglar lo suyo porque no le reconocía.

A la mañana siguiente, Stiven aseguraba a Tania que creía que estaba “diseñada para él. Quiero que la madre de mis hijos sea así. Físicamente y de cabeza que eres brutal. Me jode que no te valoren”, añadía. Unas palabras que removían a la canaria.

Hoguera de las chicas con la razón que provocó a Zoe su escapada

Tania, Sandra, Rosario, Zoe y Gal·la llegaban a su segunda hoguera “tranquilas” pero dispuestas a ver los nuevos límites sobrepasados por sus parejas. Pero antes de ver imágenes por separado, Barneda les mostró a la nueva tentadora que llegó a la villa. Una situación que desesperó a Zoe: “Si cae con ella me va a demostrar que no quiero estar con él. Ella le habló por redes y para quedar bien tuvo una conversación subida de tono. Me parece patético, me pone incómoda que la cague y por eso pierda al hombre de mi vida”.

La primera en ver a su novio fue Rosario que en seguida confirmó sus sospechas con el lenguetazo entre Álvaro y Sabela: “Lo conozco tanto que sabía que vería imágenes mías y por venganza me la devolvería. Yo también he traspasado el límite pero no ha sido así. Duele porque llevo muchos años con él y él cuando hizo eso no sabía que yo lo había traspasado”. Pero todo empeoró cuando él le prometió que tendría todo con él y que ya le daba igual todo: “Estoy harta, ahora no me voy a reprimir”, prometió Rosario.

En contraposición, Sandra vio cómo Darío no tenía “feeling” con ninguna de las tentadoras y se quejaba por no sentirse bien tratado: “Sé que tengo mucho carácter pero no le falta nada conmigo”, respondía ella entre lágrimas. Y confesaba: “No me siento querida ni deseada, porque llego cansada de trabajar a casa y ni siquiera se acuesta conmigo” añadía.

Zoe fue la tercera en vivir su propio drama: “Después de que abandonaras la última hoguera creemos que para que disfrutes de la experiencia lo mejor es que no veas imágenes”, sentenció Barneda y fue peor. Se desesperó por el miedo a ver su relación con la nueva tentadora y no entender la decisión del programa.

Le siguió Gal·la que alucinó en colores al ver a Nico con Miriam, “un prototipo de chica que sí puede ponerle nervioso” y estalló al ver cómo ella le chupaba el cuello en el sofá: “Es el momento de hablar con él. Creo que mi relación está al límite y antes de que lo pase quiero una hoguera de confrontación. Es una villa de cerdos y si decide que se queda, me voy contenta a mi puta casa con mi perra que no va a volver a ver en su vida”.

Para acabar, Tania fue la última en ver imágenes de Alejandro criticándola por decir el tipo de porno que ve ella: “Me da vergüenza, creo que él no se respeta ni a sí mismo. Necesito admirar a mi compañero. Me da pena que mi relación se acabe por él mismo. Me gustaría ver imágenes del hombre del que me enamoré. Algo en mí se ha roto porque cuenta intimidades mías que le pedí que no hiciera”.

Antes de marcharse de la hoguera, todas escogieron a Jennyfer - la nueva tentadora- para ponerle el collar del veto, para no tener próxima cita, ni convivir con ellos durante 24 horas.

Hoguera de los chicos con irrupción de Zoe y ataque de Alejandro

Alejandro, Darío, Álvaro, Josué y Nico se sentaban frente a Sandra dispuestos a ver a las imágenes de sus novias. El primero fue Nico que, antes de visionarlas, confesó que se estaba olvidando de Gal·la: “Hay días que me preocupa más la fiesta de disfraces que lo que hará ella”. Tras eso, se sorprendió al verla pasándoselo bien con Miguel: “Llevo pidiéndole que me dé vida un año y medio y me dice que no estoy a su nivel, cuando la trato como una reina y ella como un tonto”.

En ese momento irrumpió Zoe para hablar con Josué: “Por favor te lo pido, necesito que me des mi lugar, te amo”, le pedía a gritos. Tras pegarse un “susto de muerte”, Barneda la echó y un miembro del equipo se la llevó a la fuerza, mientras el viceverso exclamaba: “Sé inteligente. Confía en mí, no te preocupes”. Y el resto de compañeros alucinaba: “Te quiere un montón, eh”. La joven se marchó de la hoguera pero provocó el llanto de Alejandro que quería irse detrás de ella por ver la desesperación: “Esto es muy duro cuando quieres a alguien”, decía.

Como castigo por saltarse las normas, la presentadora informó a Josué de que “como tú has tenido el privilegio de ver a tu novia, esta noche no hay imágenes para ti”. Algo que acató.

El siguiente fue Álvaro que vio a Rosario bailando, coqueteando y confesándose la atracción con Suso, hasta que se besaron: “Tenía ganas de ver eso. Darme cuenta de una puta vez. Me duele porque son años de relación y estamos siendo unos estúpidos los dos”. Barneda le recordó que él se había besado también con otra y él prometió reflexionar.

Darío también vio imágenes de Sandra con Rubo hablando y respiró tranquilo: “Es la más guapa del mundo, estoy enamorado y no veo que le guste”. Pero lo que le empezó a hacer dudar es escucharla decir que con Rubo podría tener algo y que se está dejando llevar. “La amor pero ver esto duele muchísimo”.

Por fin llegó el turno de Alejandro que había estado desesperándose cada minuto, al ver a Tania con Stiven en todos los vídeos. En las imágenes la escuchó decir que su “relación está acabada, que no la quiere bien y que está decepcionada”. A la vez que le decía al tentador que siente “feeling y que prefiere irse sola”. Alejandro estalló: “No puedo más, no quiere estar aquí. Por favor te pido que una relación tan bonita se acabe”, le dijo a Barneda y ella no pudo reprimir las lágrimas al verle con un ataque de ansiedad. Rogó verla porque le “va la vida” y salió corriendo de la hoguera, llorando y gritando.

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