Crónica de la gala 5

'La isla de las tentaciones 3' rizó el rizo con Lola, Diego y un trío y permitió algo prohibido hasta ahora

Sandra Barneda y Diego en 'La isla de las tentaciones 3'

Paula Hergar

La quinta entrega de La isla de las tentaciones 3 vivió momentos inéditos en el reality. La primera la protagonizó Diego al tener la oportunidad única de ver durante 10 minutos lo que ocurría en la Villa de las chicas.

Otro momento visto por primera vez lo interpretaron Lucía, Lola y Carlos al meterse juntos en la cama y que dos de ellos se dejaran llevar por la pasión.

Por otro lado, pocos esperaban el acercamiento cada vez más intenso de Claudia y Toni, algo que llegó a oídos de Raúl que se desesperó hasta las lágrimas.

El final de la hoguera de las chicas y su collar del veto

En la pasada entrega, la hoguera de las chicas había acabado sin saber lo que ocurría con las imágenes que debía ver de Diego. Así arrancó el nuevo programa, en el que la viceversa acabó viendo a su novio besándose con Carla: “Lo único que querían era morrearse a lo guarro”, comentó y se mostró desencantada.

Tras ello, todas decidieron dar el collar del veto a Carla, como indirecta a Diego. “Que se joda y se quede sin cita” dijo Lola.

Al volver a las villas, Marina fue directa a romper la foto con Jesús. Y todos los demás fueron a dormir solos y solas a sus camas. Exepto Lola y Lucía que compartieron noche hasta que por la mañana la gaditana despertó llorando de desesperación por Manuel: “Esto me crea desconfianza con las personas, me creo que todo el mundo es igual”.

Solteros vetados, indirectas y nuevas citas

Antes de escoger a los solteros para las citas, Sandra Barneda desveló que los novios habían decidido colocarle el collar del veto a Rubén. Lo que provocó sensaciones contradictorias en Lara: “No sé si lo vetan por mí o porque lo han visto entrar”. Mientras que Rubén aseguró que se lo esperaba: “Ellos sienten miedo porque piensan que puedo provocar cosas en su relación”.

Tras ello, Lola escogió a Simone para su siguiente cita, Marina hizo lo propio con Isaac, Lara se decantó por Xavi, Claudia decidió repetir con Toni y Lucía quiso pasar el rato con Carlos. Seguidamente, todas decidieron expulsar a Iker e Imanol porque solo habían sentido amistad por ellos.

En la Villa de los chicos ocurrió lo mismo, Barneda apareció con el collar del veto para Carla. Ella reaccionó viendo la parte positiva explicando que le tienen “miedo” y que no pueden impedirle pasar ratos junto a Diego y pasarlo bien. Él lo entendió como un mensaje de Lola que se siente arrepentida y “agradeció el gesto” de su novia.

Una vez aceptado el veto, Diego escogió a Jennifer para tener su cita como “segundo plato”, Jesús se quedó con Stefany para “seguir conociéndola”, como era de esperar, Manu se decantó por Fiama para “seguir avanzando”,

El giro inesperado de Lola, Diego y su montaña rusa

Lola cada vez sentía más claramente que Simone había sido un “capricho” y no quería tirar su relación por la ventana solo por eso. Así se lo contó al italiano y tuvieron una cita que duró pocos minutos y que acabó con ella enfadada con él al escucharle decir que estaba interpretando un papel.

Paralelamente, Diego seguía con su venganza en la casa y, tras besarse con Carla, la misma noche se besó con Jennifer. Las dos chicas acabaron enzarzadas por él, y él diciendo a cámara que aún “quería con locura a Lola y que podía perdonarla”.

Al día siguiente, Sandra Barneda dio la oportunidad a los chicos de ver durante 10 minutos lo que ocurría en la villa de las chicas. Todos decidieron que fuera Diego el afortunado y lo que vio fue a Lola llorando por él junto a Lucía, a Claudia con Toni en la habitación, a Marina con Isaac tocándose y Lara en el sofá con los chicos.

Tras las imágenes, hizo la siguiente reflexión: “La veo mal pero es contradictorio, me hace estar contento al verla arrepentida. Soy egoísta porque ella está pensando en arreglarlo y yo soy vengativo. Me hace recapacitar”.

Sin embargo, lo que no vio Diego fue lo que ocurrió esa misma noche: Lucía, Lola y Carlos se metieron en la misma cama y mientras la primera se dormía, ellos dos “jugaban, se besaban y se ponían picantes” bajo las sábanas.

La desesperación de Raúl por Claudia

Durante toda la entrega, Claudia confesó sentirse cada vez más atraída por Toni y hasta poder enamorarse de él.

Cuando Diego vio las imágenes en la casa de las chicas, lo que más le sorprendió fue ver a Claudia en la habitación con Toni: “A Raúl ni se le pasaría por la cabeza meterse con una tentación en la habitación”. Y así se lo explicó a su compañero que lo sintió como “jarro de agua fría, no me lo esperaba para nada y he notado que soy más débil de lo que esperaba”.

Segundos después, él se desesperaba con patadas a las sillas. “Juega conmigo, nadie juega conmigo, si se presta a eso es que no me quiere”, dijo entre lágrimas.

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