Jorge Javier Vázquez no tenía “ninguna duda” de que el estreno de Supervivientes 2024 sería un éxito de audiencia. Después de seis meses alejado de las cámaras, el presentador ha regresado a los platós de Telecinco con el reality más popular de la televisión, cuya primera gala fue vista por el 21.7% de los espectadores (más de 1,6 millones).
“Sabía que el estreno de Supervivientes iba a ir bien. Rectifico. Sabía que el estreno de Supervivientes iba a ir muy bien. No tenía ninguna duda”, dice en un artículo publicado por la revista Lecturas.
Si tuvo ese presentimiento no es porque la emisión inaugural estuviera “estudiada al milímetro”; tampoco por sus propios “méritos”. “La cuestión es mucho más prosaica”, advierte el showman: “Me avisaron mis dientes”.
Jorge Javier tiene una relación muy peculiar con su dentadura. No tiene dientes propios sino fundas, que se le despegan cada vez que sucede “algo importante” en su vida.
Eso es lo que le ocurrió un día antes de empezar la universidad por culpa de un bocadillo de tomate, tortilla, queso y jamón york; y se vio en una situación parecida a pocas horas de estrenar Sálvame allá por 2009. “Durante el desayuno, al ir a morder un trozo de pan alemán tostado, patapám, adiós al diente. Era festivo y me solucionó la papeleta Carmen Rigalt, que tiene una nuera dentista”, cuenta en el citado artículo.
La cuestión es que, dos días antes de empezar Supervivientes 2024, Jorge Javier tuvo que contactar con ella. Se le movía un diente y quiso ser cauto para no verse mellado en plena faena.
“Antes de que se consumara la tragedia acudí para que me lo despegara y lo volviera a pegar. Y aquí es cuando tuve bien claro que el éxito de Supervivientes 2024 iba a ser de órdago: no solo me tuvo que despegar un diente sino que salieron tres de golpe porque otro dentista ideó así el sistema con el fin de que aguantaran más tiempo en su sitio”, relata.
El catalán le augura muchos éxitos a la actual edición del reality porque la dentista le pegó las piezas “de manera provisional”, así que próximamente se hará “una endodoncia, un implante y no sé qué historias más”. “A mucha gente esto le parecerá una tragedia”, reconoce Jorge Javier, pero a él una situación así, dados los antecedentes, le “proporciona descanso”.
“Es la manera que tiene el universo de decirme que esté muy tranquilo, que la edición va a ser un éxito. La vida te habla pero tienes que estar muy atento a las señales que te va enviando. El asunto es que me he dado cuenta de que he perdido la costumbre de trabajar. También es verdad que estaba yo algo inquieto por la vuelta”, remata.