Jorge Javier Vázquez lleva desde el pasado 29 de julio presentando cada tarde El diario de Jorge en Telecinco, y a partir del próximo jueves 5 de septiembre hará 'doblete' con Gran Hermano en el prime time de la cadena. Pero antes de duplicarse, este lunes fue la baza de Ana Rosa Quintana para estrenar la nueva temporada de TardeAR.
Sobre cómo fue su “preparación” para ese cara a cara ha hablado el presentador en su blog semanal en Lecturas, colaboración que tampoco ha abandonado en este tiempo. Como ya hizo durante su charla con Ana Rosa, Jorge Javier explica que la entrevista ha generado mucha expectación: “Durante el fin de semana me llegan un montón de notificaciones de Ana Rosa, que como vuelve el lunes a la tele está de promoción. Voy mañana a su programa y la gente espera un gran combate de barro”.
Escribiendo antes de que llegase ese cacareado 'reencuentro' con la presentadora, Jorge Javier explica: “No sé con qué Ana Rosa me encontraré pero también tengo que decir que, hoy por hoy, tampoco me pilla el cuerpo muy peleón”.
Eso sí, como demostró finalmente en directo, supo encontrar las ganas para enfocar la charla, como con antelación valoraba así: “En cualquier caso habrá que arremangarse y entretener al personal, que para eso nos pagan”.
Jorge Javier Vázquez también cuenta que lo que más le estaba haciendo pensar era cómo vestirse. Recordemos que al final decidió ir entero de blanco, como guiño a Ana Rosa que siempre estrena vestida de blanco todas sus temporadas. Pero previamente, barruntaba cómo aparecer con indirecta al estilo que domina en TardeAR: “Cada vez me siento más estrella porque llevo dándole vueltas todo el fin de semana al estilismo que me endosaré para reencontrarme con AR. No sé si arriesgar o ir vestido de gente de bien, que es un estilo que se lleva mucho en su plató”.
Su 'serie del verano' y por qué no soportaría “vivirla” con Tamara Falcó o Carmen Lomana
Además de hablar sobre cómo preparaba su entrevista en TardeAR, Jorge Javier también critica a Ana Obregón por la utilización de su nieta, y habla de cuál ha sido una de las series que ha visto en verano.
El presentador alaba Emily en París, de Netflix, confesando que está “harto de guionistas que enrevesan las historias”, y reconociendo que la ficción le gusta “por simplona. Los malos lo son pero sin llegar a ser terribles, y los buenos siempre ganan”.
Eso sí, al imaginarse viviendo él la vida de su protagonista pero en Madrid, yendo de fiesta en fiesta, razona: “Traslado la serie a Madrid y me pregunto si iría a esas fiestas en la capital. Inmediatamente me respondo que no. La idea de coincidir semana tras semana con Tamara Falcó o Carmen Lomana me espeluzna”.
El presentador concluye: “Rectifico: en el fondo creo que me divertiría escucharlas quejándose de lo mal que va España cuando llevan dos meses –como mínimo– tocándose el papo a todo trapo”.