Jorge Javier Vázquez hizo un cambio este martes 8 de febrero en Telecinco. El habitual presentador de Sálvame no solo se unió a Ya son las ocho, sino que este “traslado” supuso también un cambio de productora, desde La Fábrica de la Tele a Unicorn Content. El invitado al programa de Sonsoles Ónega protagonizó tanto desencuentros como un esperado reencuentro.
Jorge Javier Vázquez se despidió de Sálvame para pasar rápidamente a Ya Son las Ocho, y desde el principio, la tensión imperó en el espacio. El presentador volvía a ver después de muchos años en un plató de televisión a Rosa Benito. La tertuliana de dicho programa dejó de aparecer en Sálvame en 2016, distanciamiento que provocó una guerra fría entre ella y Vázquez en otros espacios de Mediaset.
Al entrar en plató, Jorge Javier marcó desde el primer momento las distancias con Rosa Benito: “Ella en su sitio y yo en el mío, que ya sabemos cómo es esto”. No obstante, se dirigió a ella desde un principio para hablar de asuntos de ese mismo día, concretamente del último roce del presentador de Sálvame con la tertuliana: Vázquez se refirió a ella como “viuda de Rocío Jurado”. “Me equivoqué, lo que quería decir era la cuñada viuda”, explicó.
“Ya sabes que yo tengo una mentalidad antigua y lo llevé al lesbianismo”, le hizo entender ella. Pese a sus diferencias, el malentendido se resolvió sin mayores percances y pasaron a comentar diferentes aspectos del conflicto alrededor de Rocío Carrasco.
“Hay cosas que no se pueden decir”
La tensión con Jorge Javier volvió, pero esta vez de mano de Sonsoles Ónega. Fue al abordar las últimas declaraciones de Gloria Camila, quien había asegurado que Fidel Albiac, el marido de su hermana, se habría referido a ella y a su hermano José Fernando como “inmigrantes”, según lo que le habían contado. El presentador de Sálvame defendió a Albiac, quien había negado esa declaración en el momento de escuchar las palabras de su cuñada.
“Él dijo rápidamente que era mentira, pero con la tranquilidad del que escucha una mentira que nadie se puede creer”, defendió. “Me pregunto ahora si eso sucedió, como cuentan Antonio Rossi o Amador Mohedano, en qué contexto se produjo, si es una cosa de una vez o lo dice siempre para referirse a ellos, si era en tono jocoso o despectivo...”, reflexionó el invitado.
Estas palabras no sentaron bien a Sonsoles Ónega, y le afeó el comentario rápidamente, con el apoyo de Rosa Benito: “Sea en el contexto que sea, hay cosas que no se pueden decir, no me fastidies, sino esto es la guerra”, sentenció la presentadora.
Jorge Javier intentó rectificar rápidamente: “Cuidado, cuidado. Que ahora me van a decir a mí que justifico eso. Pero no sé si se dijo o no. Me parece que es un horror”, dijo visiblemente alterado. Sin embargo, el presentador de Sálvame no se sintió aliviado y, a la vuelta de publicidad, volvió a redirigir sus palabras previas: “Vamos a aclarar lo de inmigrantes. Totalmente condenable que se hable con desprecio utilizando ese término, en cualquier momento”.
“El contexto, sea cual sea, es injustificable”, insistió la conductora de Ya son las ocho. “No estoy justificando nada, pero quiero saber si se lo llamó una vez, puntualmente, o se refería así siempre a ellos”, argumentó el invitado.
Un abrazo a Rosa Benito
En la última parte del programa, Jorge Javier decidía hacer un alegato a la vida: “Hay que aprovechar el momento”. En ese momento, la presentadora le preguntaba si lo había aprovechado con Rosa Benito. “Lo he aprovechado, y le voy a dar un abrazo”, aseguró el invitado, que limó asperezas con la tertuliana. Por ello, acabó su visita abrazándola, sellando el tratado de paz.