A Jorge Javier Vázquez no le parece acertada la cobertura que Telecinco está haciendo del caso Rocío Carrasco. El presentador cree que su cadena se está excediendo al analizar y debatir cada una de las declaraciones y gestos de la hija de Rocío Jurado, cuya serie documental se estrenó el pasado 21 de marzo y desde entonces ha sido el principal tema sobre el que tratan los programas de Mediaset.
Jorge Javier no tuvo reparos en lanzar su reflexión ante el público de Sábado Deluxe, aunque dijo ser consciente de que su comentario posiblemente no iba a gustar a los responsables de la empresa: “Ahora me voy a echar encima a la directora y a todo Mediaset con lo que voy a decir”, comenzó diciendo.
“Creo que debatimos demasiado y hay cosas que no tienen debate. La propia dinámica de esta cadena lo que nos hace es debatir y opinar continuamente y yo creo que hay muchísimas ocasiones en las que no hay debate”, consideró el presentador.
A su juicio, “tanto debatir y tanto opinar no lleva absolutamente a nada. No podemos estar 24 horas hablando de Rocío Carrasco porque al final te produce efecto rechazo”.
“Evidentemente lo hacemos porque nos da buenos datos de audiencia y esto es una cadena comercial y para eso hacemos televisión”, continuó Jorge Javier, para quien tan excesiva cobertura tiene una clara consecuencia: después de dos semanas hablando ininterrumpidamente del tema, “y lo que nos queda”, al final mucha gente acaba “cogiendo manía a la chiquilla”. “Al final la ves llorar y dices: '¿otra vez?'. Pero de eso probablemente también tengamos responsabilidad nosotros, de abusar”.
Bárbara Zorrilla, psicóloga especializada en violencia de género, indicó que, efectivamente, una cobertura de este tipo puede tener consecuencias negativas para Rocío Carrasco porque “se está poniendo el foco en la víctima, mirándola con escrutinio y analizando cada gesto y cada palabra”. Sin embargo, Jorge Javier no vio una solución satisfactoria para este conflicto de intereses: “¿Quién le pone el cascabel al gato? Es una pescadilla que se muerde la cola, un círculo vicioso”. “Y ahora, –remató el presentador– vamos a dejar de hablar de Rocío, y vamos a hablar de Antonio David”.
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