El cuarto programa de Masterchef Celebrity 6 dejó helados tanto a los aspirantes como a los espectadores cuando Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo Nágera sentenciaron que Yotuel era el nuevo expulsado.
“¡Es uno de los mejores!”, exclamaban sus compañeros al escuchar la noticia y lamentaban la decisión. Tanto que varios de ellos se echaron a llorar, mientras el damnificado acataba.
Todo ello en una de las entregas más lacrimógenas que también vio derrumbarse a Victoria Abril solo empezar y en la prueba de exteriores. Así como a Terelu Campos por una broma de Jordi.
Primera prueba con Ofelia y Forqué como “la extraña pareja”
Para el primer reto de la noche, el jurado propuso a los aspirantes elaborar, por parejas y por relevos, la receta de lubina en costra con salsa choron con salmón noruego, criado en las aguas frías de los fiordos.
Los duetos fueron Miki y Terelu, Juanma y Victoria, Carmina y Belén López, Yotuel y Bustamante, Arkano y Eduardo Navarrete, Julián e Iván y Verónica Forqué se quedó sin pareja. Eso sí, solo durante unos segundos ya que el programa le tenía reservada la aparición de Ofelia, una de las aspirantes más llamativas de Masterchef 9, que prometía hacer una pareja - como mínimo - polémica con la actriz.
Solo Yotuel pudo escuchar la receta del plato y escoger qué hacer con dicha información: se lo detalló solo una vez Pepe, mientras el aspirante intentó memorizarlo todo. Comenzó el tiempo, y el cubano optó por compartir los pasos con todos sus compañeros, a gritos.
“¡Qué desastre!”, gritaban los concursantes desesperados durante el cocinado en el que se perdieron en varias ocasiones, unos iban más lentos, otros más rápidos, unos no entendían la técnica, otros menos y así se columpiron entre la comedia y la tragedia en sus elaboraciones.
Efectivamente, Forqué no tuvo piedad con los nervios de Ofelia pidiéndole que se callara y se relajara. “Te quieres callar y no adelantarte al futuro siempre?”, le decía la actriz, a una histérica ex aspirante. “¡Fatal esa pareja!”, comentaba Samantha al verlas.
“¡Tiempo!” advirtieron los jueces y los aspirantes empezaron a desfilar con sus platos. Los mejores fueron los de Verónica y Forqué por entregar un “engendro pero rico para lo mal que se entendieron”, el de Carmina y Belén por un “relleno jugoso y bordar el punto de cocción” y Yotuel y Bustamante con “la parte de abajo cruda pero bien ejecutado”.
Y los que peor valoración se llevaron fueron el de Iván y Julian por “no entender lo que había que hacer”, el de Arkano y Navarrete por una masa “cruda e incomestible”, el de Miki y Terelu por estar “mal hecho, crudo pero con relleno rico” y el de Juanma y Victoria “con buen sabor pero desastre en la pasta”.
Por lo que el jurado señaló a Carmina y Belén como la mejor pareja de la prueba.
Prueba de exteriores con el enfrentamiento entre Victoria y Terelu Campos
A los pies de la Torre de Hércules en A Coruña, el faro romano en funcionamiento más antiguo del mundo, el chef Luis Veira propuso a los aspirantes reproducir un menú diseñado por él, que constaba de cuatro platos con los sabores de la tierra:
Se dividieron en dos equipos: el azul formado por Eduardo, Iván, Arkano, Verónica, Carmina y capitaneado por Julian. Y el rojo con Yotuel, Juanma, Bustamante, Victoria, Terelu, Belén y con Miki a la cabeza. Allí debieron sacar todo el partido a los productos locales para conquistar a los 80 habitantes de la ciudad invitados a comer.
El equipo azul tuvo que cocinar el entrante steak tartar de vaca gallega y un segundo de merluza con pimientos de padrón, mientras que el rojo arrancó con un primero que consistía en bogavante con jugo de algas y un postre de membrillo. Así lo hicieron pero en un cocinado caótico, sobre todo, para el equipo rojo: Miki fue un capitan muy “flojo” que no supo encauzar las elaboraciones.
Pero no solo eso, sino que Terelu y Victoria Abril acabaron echándose la comida por encima al discutir. “No me siento querida por mis compañeros”, confesaba la actriz y la hija de María Teresa Campos no podía reprimir las lágrimas, “me quiero ir, tengo ganas de pirarme. He sentido impotencia, todo es caótico, me he agobiado mucho”, decía.
De esta manera, los jueces tuvieron muy claro el equipo ganador de esta ocasión: el azul.
Prueba de eliminación con el adiós más inesperado
Para continuar en el talent culinario Yotuel, Juanma, Bustamante, Victoria, Terelu, Belén y Miki aparecieron con los delantales negros para elaborar un postre libre utilizando solo sus seis ingredientes favoritos entre los que encontraron en una caja.
Escogieron entre una gran variedad de productos, como distintos tipos de harinas, leches, azúcares, frutas, chocolates y especias pero unidades limitadas de cada uno. Para, cuando quedaban pocos minutos, exigirles que incluyeran un helado con aceite de oliva virgen extra.
El tiempo se acabó y los aspirantes entregaron sus elaboraciones. Belén fue la primera en presentar su postre de merengue, fresas y hierbabuena “con buena textura, rico y con mucho mérito”. Le siguió Yotuel con un bizcocho de chocolate “insípido sin demasiada complicación”. Miki les dejó probar sus garbanzos con congrio “falto de gusto”. También Bustamante presentó unas nueces garrapiñadas con helado “riquísimas, de lo mejor que hemos probado”, dijeron. Juanma entregó un hojaldre de pera con canela “rico y bonito” para su sorpresa. Victoria dejó catar su “plato infantil con sabor comestible”. Ella también acabó secándose las lágrimas por unos “comentarios de sus compañeros” y creer que estaba haciendo el ridículo de nuevo.
Terelu fue la última en mostrar su plato de arroz cremoso con merengue que le quedó a medias. Cuando Jordi quiso probarlo, ella le pidió que no lo hiciera y no pudo reprimir las lágrimas: “No hace falta la humillación, ¿no?”. Pasados los minutos, ella pedía perdón a Jordi por no entender la broma.
Tras la cata y la deliberación, los jueces aunciaron la sentencia más inesperada: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Yotuel”. Al escucharlo, Abril exclamaba: “¿Estáis locos? Es uno de los mejores”. A lo que Pepe respondía: “Vuestros postres no eran mucho mejores pero tenían más elaboraciones y trabajo”.
Los compañeros se llevaban las manos a la cabeza. Bustamante se echaba a llorar y el propio Yotuel aceptaba con resignación: “En la vida todo pasa por algo y hay que seguir”, decía uno de los aspirantes que más prometía.
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