Da igual el tiempo que haya pasado desde que Juego de Tronos llegara a su final, la serie sigue dando que hablar y, sobre todo, generando debate. El goteo de detalles, anécdotas y opiniones de sus implicados, ya sean concedidos por su elenco, showrunners o el propio George R.R. Martin, no cesa más de un año después del desenlace.
El último en pronunciarse ha sido precisamente el autor de los libros en los que está basada la serie. Y lo ha hecho al respecto de una de las escenas más polémicas de la primera temporada, en la que Khal Drogo (Jason Momoa) viola a su esposa Daenerys Targaryen (Emilia Clarke).
Gracias al adelanto publicado por Entertainment Weekly del libro sobre los entresijos de la serie escrito por James Hibberd, se ha podido conocer cómo fue concebida en un principio. Una secuencia que, como apunte, iba a ser protagonizada por Tamzin Merchand, antes de ser sustituida por Clarke.
“En la versión de Emilia Clarke, es violación. No es violación en mi libro, y no es violación en la escena como lo filmamos con Tamzin Merchant. Era una seducción”, ha expuesto, “Dany y Drogo no hablan el mismo idioma. Dany está un poco asustada pero también un poco emocionada, y Drogo está siendo más considerado. Las únicas palabras que conoce son 'sí' o 'no'. Originalmente era una versión bastante fiel”.
El personaje de Rickon pudo ser eliminado
Martin ha desvelado otros detalles como que David Benioff y D.B. Weiss querían eliminar el personaje de Rickon. “Les dije que tenía planes importantes para él y lo mantuvieron”, ha asegurado.
Aunque la producción terminó siendo un éxito, el equipo no tuvo demasiadas esperanzas al principio. “Nadie sabía lo que estaban haciendo o qué diablos era eso. No daba la sensación de que esto fuera a cambiar las vidas de nadie. Pero nos divertimos mucho”, ha reconocido Nikolaj Coster-Waldau (Jamie Lannister). “Al principio nos pareció que iba bien, pero eso se debía a que no conocíamos nada mejor”, ha bromeado Benioff.