El 30 de mayo de 2013, el cuerpo de Mario Biondo, cámara televisivo y marido de Raquel Sánchez Silva, apareció aparentemente ahorcado en su casa de Madrid. En el primer momento tanto la presentadora como la familia de Biondo emitieron un comunicado conjunto en el que indicaban que “todo apunta a un desafortunado accidente”, tras lo que se impuso la hipótesis del suicidio accidental. Pero desde entonces, Pippo y Santina, los padres del cámara, habían seguido luchando judicialmente por esclarecer los hechos, asegurando que fue asesinado y enfrentándose a su viuda.
Este lunes, nueve años después, un juez de instrucción de Palermo (Italia) llamado Nicola Aiello ha dictado sentencia: “Los elementos que se extraen del expediente del Ministerio Público sugieren que Mario Biondo fue asesinado por manos desconocidas y posteriormente colocado en una posición capaz de simular un suicidio”. Una conclusión que, como explica El Mundo, contradice lo establecido por dos fiscales: el ordinario, que en 2020 pidió el archivo de la causa sustentando la tesis del suicidio, y el del Ministerio Público que primero tomó el expediente y luego archivó dos veces la causa siempre con la misma motivación.
La nueva resolución judicial da la razón a la familia de Biondo, que desde entonces contrató a abogados y criminólogos para investigar qué pasó, asegurando que la investigación española había sido incorrecta. Algo que también mantiene el juez italiano en su sentencia, en la que incluye: “En el momento del hallazgo del cadáver se deberían haber realizado actividades de investigación que no se realizaron”, señalando directamente a Raquel Sánchez Silva por “las innumerables contradicciones contenidas en las declaraciones de la viuda de Biondo”, e incide en que esas contradicciones “deberían haber inducido a los investigadores españoles a realizar escuchas telefónicas para determinar la verdad de los hechos”.
Pese a dar la razón a la familia de Biondo, el juez de Palermo se ve obligado a cerrar el caso por las “evidentes limitaciones procesales” que encuentra nueve años después, y refleja que han pasado demasiado años para “practicar diligencias” que deberían haberse realizado en su momento.
La familia pide reabrir el caso en España
En un comunicado al que ha tenido acceso ABC, la madre de Mario Biondo agradece al juez italiano su instrucción, y celebra la sentencia: “No sabemos quién lo mató, pero al menos le hemos devuelto la dignidad”. Ahora, afirma que no se rendirá y, a través de la abogada Carmelita Morreale, se dirige a la Justicia española: “Que nos ayuden a que se reabra el caso en España”.
Santina Biondo afirma que “los investigadores españoles tenían prisa por cerrar el caso, no fue de manera superficial, sino intencionada, quién sabe lo que había descubierto Mario”, y reconstruye el caso: “Todo lo que sé es que la asistenta lo encontró muerto en la casa y que la puerta estaba cerrada por dentro. Así que el asesino tenía las llaves”.
La madre del cámara lleva años repitiendo que hay elementos de la escena del crimen que no cuadraban con un suicidio, como también recuerda El Mundo: los rastros de cocaína en la orina de Mario, que luego desaparecieron de los análisis posteriores, una autopsia realizada en Madrid que dejó intactos los órganos internos, luego analizada en Palermo durante la exhumación, los proyectos que Mario Biondo estaba haciendo para su futuro, incompatibles con suicidio. Y dos plumas más que descansaban sobre la librería permanecieron en su lugar, a pesar de que el estrangulamiento provocó espasmos que los consultores han comparado con movimientos producto de un terremoto, y esos inexplicables traumatismos en su frente.