Si hay algo que molesta a Kiko Hernández es que Sálvame muestre las portadas de las revistas en las que él mismo exhibió a sus hijas hace unos años, cuando eran bebés. El tertuliano había pedido a la dirección del programa que no se volvieran a proyectar las imágenes, y este jueves, al comprobar que su petición había sido ignorada, se ha revelado contra sus jefes.
Tiempo atrás, Hernández accedió a fotografiarse en público “con esas personitas a las que ahora tanto protege”, ha dicho una redactora del programa que ha entrado en plató para mostrar las polémicas portadas. En ese instante, el colaborador se ha marchado del estudio. “Después de esa portada envié un comunicado para pedir respeto para ellas”, ha recordado mientras se escabullía entre las cámaras.
El director del programa, David Valldeperas, le ha pedido que no se alterara porque, al fin y al cabo, las imágenes estaban pixeladas para que no se viera el rostro de las niñas, menores de edad. Pero a él le daba igual que se hubiera tomado esta precaución, así que ha seguido su paso hacia los exteriores de Mediaset.
Dada la situación, Jorge Javier Vázquez y Kiko Matamoros han salido para convencerle de que regresara a plató, aunque él se ha hecho de rogar: “En el comunicado pone que las fotos no se pueden emitir ni pixeladas, y ese deseo lo saben la dirección y el productor de La Fábrica de la Tele. Con lo cual, no hay nada más que decir”, ha dicho sintiéndose traicionado por un programa con el que estaba siendo “generoso” ahora que tanto se estaba hablando sobre su relación con Fran Antón y los supuestos retoques estéticos que se ha practicado.
“He entrado en todo, he sido generoso con el programa y he hablado todos los días. Podía no hablar como hacen otros colaboradores, pero si se toca un tema que me duele digo hasta aquí, se acabó”, ha sentenciado. “Lo otro no me importa, esto sí. Hay límites que no paso”.
Matamoros y Jorge Javier han intentado detenerlo en su huida, consiguiendo que regresara a plató. Pero una vez allí, ha cogido su mochila para marcharse definitivamente. “Esto no es ningún número, me voy a mi casa. Yo no hago lo de Anabel de irme y no irme. Si esto va a ocurrir otra vez quiero saberlo para saber si continúo o no continúo”, ha exclamado como ultimátum en presencia de Valldeperas, que estaba dispuesto a hablar con él.
Al escuchar las tajantes palabras de su compañero, Jorge Javier ha puesto el grito en el cielo: “No estamos para perder colaboradores, que luego salen las pizarras que salen”, ha bromeado en referencia a los malos datos de audiencia que arrastra Sálvame desde hace un tiempo.
La dirección de 'Sálvame' acepta su petición
Así las cosas, Hernández y Valldeperas han salido a los pasillos de Telecinco para negociar mientras Jorge Javier asumía la dirección del programa. Tras la publicidad, fumata blanca: el tertuliano ha vuelto a su silla al haber alcanzado un acuerdo con las altas esferas.
“El programa se compromete a no volver a sacar esa portada, porque te quiere y porque te protege. Ni esa portada ni ninguna de las fotos en las que ellas aparezcan. Es un compromiso del programa”, le ha dicho Adela González para su tranquilidad.
Y así es como Hernández y la dirección de Sálvame han sellado la paz, aunque él ha querido reconocer que aquellas portadas fueron un patinazo por su parte.
“Hay errores que se cometen en la vida y esa portada fue uno de ellos. Yo estaba tan contento y feliz que quería enseñárselas a todo el mundo, pero a los pocos meses me arrepentí de ello. No quiero ver aquí, en mi casa, donde me imagino que me quieren y me cuidan, ver ese error seis años después. Asumo que es un error mío porque yo hice esa portada en la que no se ven las caras de mis hijas, pero fue un error muy grande y no quiero ver esa portada”.