Kiko Matamoros estuvo de vuelta este martes en Sálvame, un día después de haber tenido que abandonar de urgencia el programa para acudir al hospital. El tertuliano, recordemos, tuvo una subida de tensión preocupante después de que varios compañeros asegurasen tener información comprometida sobre su pareja, Marta López Alamo, que finalmente no se relevó. Un día más tarde, ha retado a estos a “jugarse el puesto” contando lo que dicen saber, a la par que reprochó al programa cómo se gestionó su percance.
“Estaba bien jodido”, reconoce el televisivo sobre una situación que define como “muy desagradable”: “Era una subida de tensión muy violenta”, dijo sobre lo que le ocurría, y quiso poner énfasis en las consecuencias de una subida así: “Cuando lo piensas a toro pasado no es ninguna tontería porque puede producirte un problema serio de salud como un ictus”.
“Me jode que no tuvieran el detalle de quitarme el micro”
Aunque ya en el hospital el problema amainó, a Matamoros no le gustó que se difundiera el testimonio gráfico de lo que le sucedió: “Este es el juego y las consecuencias, pero me jodió mucho también que no tuvieran el detalle de quitarme el micro”.
“¿Crees que en ese momento cayeron, Kiko?”, le preguntó Jorge Javier Vázquez al respecto. Para Matamoros, el equipo sí fue consciente de lo que hacían: “En grabarme no parece que tuvieran ningún problema”.
En todo caso, el colaborador, resignado, dijo entender que se optase por convertir lo ocurrido en una trama más del programa. “Pero no me gusta ver eso. Que lo vean mis hijos, me jode”, reiteró.
“Que se jueguen el puesto de trabajo”
Tras la entrevista uno a uno con Vázquez, Matamoros enfatizó en la “fe ciega” que tiene hacia su pareja y en el descrédito a las informaciones que manejan sus contertulios. “Me jode porque estas cosas hacen daño”, comenta al respecto y rebate a los compañeros, cuyas identidades no se revelaban, que defendían que la historia era “completamente verdad”.
A este y al resto, advierte: “Eso es lo que no voy a admitir porque es absolutamente falso. Los que dicen que es verdad, que se jueguen el puesto, y que vengan y lo demuestren. Si no, me voy. ¡Que se jueguen el puesto!”.
“Si es verdad y son informadores de gente con criterio, saben cómo se trabaja en esto y la fiabilidad que tienen las fuentes, y todo eso, que vengan aquí con la prueba y el que se va soy yo. Y si no, que se vayan ellos, porque no valen una mierda”.