En las últimas horas, varios medios surcoreanos han sacudido el universo de La casa de papel con una noticia que prometía expandir más todavía las fronteras de la banda del Profesor: la supuesta preparación de un remake de la aclamada ficción de Netflix con actores asiáticos.
Según han difundido diversos portales locales, la productora surcoreana BH Entertainment, en asociación con ZIUM Content, estaría negociando con la plataforma internacional para realizar una nueva versión de la creación de Álex Pina.
Bien es cierto que el interés en el país por los productos españoles no es enteramente excepcional: hace apenas tres meses, El Hoyo se convertía en la primera película patria en liderar la taquilla coreana. Una película, conviene recordar, cuyos derechos de distribución internacional están también en manos de Netflix. Pero en este caso, nada más lejos de la realidad.
Desde Vertele nos hemos puesto en contacto tanto con Netflix como con Vancouver Media, la productora de La casa de papel, para conocer la veracidad de las informaciones que llegan desde el continente asiático. La respuesta por su parte es categórica: a día de hoy no hay ningún proyecto de remake confirmado ni la decisión de desarrollar remakes de la serie está tomada.
Así pues, los fans orientales de los atracadores del mono rojo tendrán que conformarse con la versión original de una serie que ha viajado a todos los rincones con su difusión en el catálogo mundial de la plataforma de streaming que dirige Ted Sarandos.
La 5ª temporada sí es una realidad
Lo que está ya más que confirmado es la quinta temporada de La casa de papel. La marca, impulsada originalmente por Atresmedia, se ha convertido en uno de los más importantes valores de la plataforma de streaming a nivel mundial, con tanto peso como para dar lugar no solo a la continuidad de la historia original, sino a que se pretenda expandir el universo de la serie con hasta cinco posibles spin-offs.
A este respecto, el propio Pina reconocía meses atrás a Vertele que habían “hablado sobre ello”, si bien dejaba claro que “no hay ninguna opción abierta ahora”: “Hasta que no acabemos este camino no tiene sentido”. “No hay ninguna opción abierta ahora”.