Hay dos cuestiones que La Revuelta se compromete a cuidar más: los chistes sobre drogas y la presencia de mujeres. Tres semanas después de su estreno, el equipo del programa y TVE hacen balance de estos primeros días de rodaje en los que los datos de audiencia sonríen al formato de David Broncano.
Su director y productor ejecutivo, Ricardo Castella, defiende que el programa todavía se está adaptando a su nueva cadena y a su nuevo horario. La Resistencia se emitía inicialmente en Movistar Plus+ a medianoche, y ahora es La 1 quien lo ofrece cada día a las 21:40 horas.
“Era un reto ver si el programa podía encajar en una cadena pública, y parece que sí. Otro reto es la hora: venimos de la madrugada y estamos aprendiendo a hablar bien para que la gente que está en su casa cenando no diga 'pero qué dice este señor'”, ha explicado en RTVE Responde, el programa con el que la radiotelevisión pública se expone a las críticas de sus espectadores, transmitidas a través de Rosa María Molló, nueva defensora de la audiencia.
“Somos conscientes de dónde estamos y de la hora a la que se emite el programa porque, entre otras cosas, Agustín nos lo recuerda todo el rato, cosa que está bien”, dice en referencia a Agustín Alonso, delegado de Contenidos de RTVE.
La Revuelta se graba horas antes de emitirse, por lo que su equipo puede omitir todas aquellas partes que se consideran inadecuadas para la televisión pública.
Esto afecta, por ejemplo, a los chistes sobre drogas, queja habitual de los espectadores porque se percibe cierta banalización o incluso romantización del consumo de estupefacientes. El humorista Marcos Martínez –más conocido como Grison– parece tener cierta predilección por este tema, así que “lo estamos intentando sujetar” para que no haga chistes que puedan malinterpretarse.
No obstante, añade Castella, Grison “hace muchos juegos de palabras, que no es exactamente una incitación al consumo”. Por lo tanto, se dejan las “bromas elípticas” y se quitan las que pudieran tener una lectura equivocada: “Hay una normativa que hay que respetar”.
“El servicio público tiene que reírse de uno mismo”
En RTVE vigilan con atención, especialmente aquello que ocurre durante los primeros 20 minutos del programa, que se emiten en horario protegido para la infancia. Pero Agustín Alonso hace una advertencia: “No es fácil introducir las cosas abruptamente porque puede ir en perjuicio del programa”.
Al margen de esta queja recurrente, muchos espectadores también creen que La Revuelta tiene pocas mujeres en su equipo. Castella es consciente de esta situación que, según dice, ya se observaba en La Resistencia: “Estamos en ello desde que empezamos a hacer el programa. Es una pelea de la comedia en general”, sostiene el humorista.
A pesar de todo, La Revuelta parece haber comenzado con buen pie. Sus datos de audiencia son un éxito y en Torrespaña parecen satisfechos con un programa que ha llegado riéndose de todo y de todos, incluso de las críticas que le han acompañado en los meses previos por la supuesta intervención de La Moncloa para que el fichaje de Broncano llegase a buen puerto.
“Si te acusan de gastar no sé cuánto dinero, que encima no es real, abordarlo con humor inteligente es parte del éxito del programa”, reivindica Agustín Alonso. “Entiendo que haya público de RTVE e incluso personas de RTVE a las que no les guste, pero el servicio público tiene que reírse de uno mismo. No puede entenderse como algo aburrido”, sentencia.