Desde su inicio, la serie de Antena 3 La casa de papel ha ido desarrollando y mostrando cómo evolucionaban las relaciones entre los secuestradores y sus rehenes en el encierro de la Fábrica de Moneda y Timbre.
Arrancando desde el miedo más absoluto al comando liderado por Berlín, a lo largo de los 8 capítulos que ya ha emitido la ficción se ha ido creando confianza entre uno y otro bando hasta prácticamente desaparecer las líneas que los separaban.
Este martes, los sentimientos afloraron de forma pasional entre el atracador Denver y la rehén Mónica, a la que ha cuidado personalmente tras haberla disparado en la pierna.
Mónica se lanza a Denver en la cámara
El continuo desvelo de Denver (interpretado por Jaime Lorente, que se ha convertido en una revelación televisiva) por Mónica (Esther Acebo), hizo que la empleada del banco y amante del director se lanzase a besar al joven cuando éste le traía comida.
Tras un primer instante de sorpresa, Denver también se lanzó y convirtieron la cámara acorazada en su particular dormitorio, donde empezaron a practicar sexo.
Arturo les pilló en plena acción
En ese momento, Arturo (Enrique Arce) volvía junto a Helsinki (Darko Peric) y pasaron por delante de la cámara. Al escuchar los gemidos, el atracador le dijo que parecía su mujer, y el director le respondió que seguramente sería una de sus compañeras.
Salieron de dudas abriendo la puerta de la cámara acorazada, y entonces Arturo se encontró la escena entre Denver y su amante, Mónica. Sin poder articular palabra, se quedó mirándolos mientras ambos paraban y pidió quedarse a solas con el atracador.