Bertín Osborne reunió en la entrega de este miércoles de Mi casa es la tuya a algunas de las representantes más sonadas de España en Eurovisión con motivo de su entrevista a Pastora Soler. Massiel, Remedios Amaya, Soraya Arnelas, Rosa López y la propia Pastora compartieron una velada en la que contaron recuerdos y anécdotas de su paso por el festival.
Soraya Arnelas, segunda clasificada de OT 2005 y representante de España en Eurovisión en 2009, reconoció haberlo pasado “muy mal” en el certamen: “Me hubiera encantado ir en otras condiciones, no voy a ocultar lo evidente”.
La cantante, penúltima clasificada ese año, aseguró que “fallaron muchas cosas. Tenía un equipo preparado y TVE me lo quitó. Hice lo que pude”. En ese sentido, confesó que no le gusta ver su actuación “porque no me veo yo”: “No estaba cómoda. Estaba nerviosa”.
Un puesto por detrás quedó Remedios Amaya en Eurovisión 1983. La artista aseguró que no le dejaron actuar con el vestido que llevaba preparado “conjuntaba con el escenario”: “Salí con un cabreo y una pena…”. Pese a ello, admitió que “siempre estaré agradecida de haber ido aquel año a Eurovisión y haberme dado a conocer”.
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Por su parte, Massiel también tuvo quejas de su paso por Eurovisión, pese a llevarse la victoria en 1968. “A mí no me dieron trofeo, le dieron dos al Dúo Dinámico”, dijo a Bertín. Además, la artista se pronunció sobre los modelos de selección de representante, y particularmente sobre la gala de Objetivo Eurovisión que otorgó a Manel Navarro el billete a Kiev 2017: “No están llevando a gente que tenga una trayectoria. Están haciendo un concurso y decide un voto que el último fue muy injusto”.
La protagonista de la entrega, Pastora Soler, admitió que “no volvería” al certamen en el futuro, y que “al principio Eurovisión era un escaparate muy importante y todo era en directo”.
Pastora Soler habló de su retirada de los escenarios
Antes de la charla eurovisiva, Pastora Soler habló con Bertín de su retirada de los escenarios y de su actual regreso. “Después de Eurovisión me volví muy exigente conmigo misma, no quería ni reírme para no cansar la voz”, confesó.
La artista recordó el episodio que supuso un punto de inflexión en su carrera, al quedarse sin voz en un concierto en Málaga. “Me quedé sin voz pero de la tensión que tenía, porque yo luego pude hablar perfectamente. Cuando me fui del escenario, me metí debajo de una mesa y porque yo no quería...Yo lo digo, si hubiera habido algo allí, yo me hubiera quitado la vida”.
“Era como, por dios, ¿no me puede a mí tragar la tierra y que yo me quite de en medio ya? Es que esto es demasiado dolor. Era un nuevo episodio de dejar a tu público, lo que para mí es el respeto más grande. Y dejarlo ahí de nuevo...”, añadió.