Ya no admite dudas el hecho de que las plataformas de streaming han supuesto una revolución para el mundo de la ficción. Todas las semanas se estrenan decenas de historias que pasan frente a las pantallas dejando impresa una huella que no siempre es suficientemente grande como para perdurar en el tiempo. Pero aquellas que consiguen el aplauso y la confianza del público, esas tendrán una vida incluso más larga de lo esperado. Ligado a esta explosión de títulos que llegan de la mano de gigantes como Netflix o HBO está la 'fiebre' de los revivals y reboots, series que ya se habían dado por acabadas pero que vuelven ahora reconvertidas en productos más o menos fieles a lo que en su día fueron.
España no es ajena a esta corriente de la 'ficción vintage'. Desde hace meses viene sonando con fuerza la resurrección de algunas de las series más importantes de las últimas décadas, como Física o Química, que atrapó a millones de adolescentes entre 2008 y 2011. El drama adolescente de Antena 3 regresará con dos capítulos especiales que reúnen a la mayor parte de su elenco y que se estrenarán el 27 de diciembre y el 3 de enero en Atresplayer Premium.
Lo cierto es que la plataforma de pago de Atresmedia está apostando fuerte por resucitar a los personajes del pasado. Además del reencuentro de Física o Química, acogerá también los nuevos capítulos de Los Protegidos y Los hombres de Paco, serie esta última que comenzó sus grabaciones hace meses y que reunirá, más de una década después de su final, a Hugo Silva, Michelle Jenner, Mario Casas, Paco Tous y Pepón Nieto, entre otros actores destacados de su reparto. Por su parte, El Internado: Las Cumbres, otra serie emblemática de Antena 3, prepara su regreso pero bajo el auspicio de Amazon Prime Vídeo, que ha grabado una nueva historia con personajes distintos a los que triunfaron entre 2007 y 2010.
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La ficción no vive (sólo) del pasado
El buen recuerdo que se guarda de aquellas series –que en cierto modo aún se conservan frescas– está siendo el motor que impulsa todos estos proyectos. Sin embargo, la ficción española no está anclada en el pasado. Más bien al contrario, la industria audiovisual trabaja a pleno rendimiento con nuevas historias, tal y como ya explicamos en este reportaje. Entre enero y agosto de 2020 se tuvo conocimiento de más de 80 proyectos de ficción en los que estaban o están trabajando las plataformas de streaming y los principales grupos mediáticos, por lo que no se ajusta a la realidad aquello de que a los creativos de ficción se les ha agotado la imaginación, con independencia de que las nuevas series originales sean, en efecto, más o menos originales.
La tendencia a rescatar historias del pasado no es exclusiva de nuestro país. Estados Unidos, la principal locomotora de la industria audiovisual, no para de anunciar reboots y revivals sobre algunas de sus series más icónicas. Espectadores de todo el mundo han asistido al renacer de Sabrina, que volvió, esta vez en Netflix, convertida en una bruja que en nada se parece a su predecesora de los años 90. Y asistieron también al capítulo especial que HBO Max grabó con el reparto original de El ala oeste de la Casa Blanca.
Más reciente está el final de Prison Break, pero la nostalgia de los fans ha sido suficiente como para que se plantee una sexta temporada que dé continuidad a este drama de acción y suspense que se emitió entre 2005 y 2017. Sin embargo, el que fuera su protagonista, Wentworth Miller, se ha declarado en contra de retomar el papel ya que no quiere volver a interpretar personajes heterosexuales. Sin su presencia, retomar la serie parece inviable. Al menos tal y como se concibió esta.
Cómo adaptar el contenido para que siga fresco
Cuando se da una situación como la que se han encontrado los responsables de Prison Break ante la negativa del protagonista, se vuelve imprescindible agudizar la imaginación si se quiere evitar a toda costa desperdiciar un producto que se sabe rentable. Para sortear cualquier inconveniente que se plantee a nivel técnico o personal, o para renovar una historia que tenía éxito pero estaba ya completamente desgastada, los creadores suelen dar una 'vuelta de tuerca' a las tramas para así garantizar su frescura. En ese sentido, el mejor ejemplo reciente es el de Salvados por la campana, con una actualización bien recibida por la crítica en la que los antiguos alumnos -Zack, Slater, Kelly y cía- son ahora padres o profesores, según el caso, de una generación mucho más consciente de lo que lo eran sus antecesores del contexto en que viven. No es el único ejemplo que podemos encontrar en esta línea.
Por ejemplo, Punky Brewster se ha visto en la necesidad de atajar una circunstancia inevitable: el paso del tiempo. Treinta años después de su emisión, la serie regresa con la suerte de volver a tener en pantalla a su protagonista, la actriz Soleil Moon Frye, pero la intérprete, lógicamente, ya no podrá ser aquella niña traviesa que tantas risas despertó en los años 90, así que se ha dado un giro de guion para adaptar la historia.
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Y algo similar ha ocurrido con el reboot de Aquellos maravillosos años, que ha preferido partir de cero, con un reparto totalmente nuevo, pero manteniendo su esencia argumental. Si la versión original se mantuvo pegada a una familia norteamericana de clase media que trataba de sobrevivir como buenamente podía a los turbulentos años 60, en este caso los protagonistas de la nueva versión serán los miembros de una familia negra que, a través de su mirada, guiará al espectador por vivencias parecidas a las que ya recorrieron sus 'antepasados' en la ficción.
La pandemia parece haber trastornado el desarrollo de algunos de estos proyectos que, por su propia naturaleza, afrontan más contratiempos de lo normal, como bien saben los responsables de Friends, que no acaba de encontrar una buena fecha para la grabación de su reencuentro (que no reboot). Pero cuando la industria pueda retomar el pulso en circunstancias normales, proyectos no van a faltar. Aquí van los más significativos: