Masterchef Junior inauguraba el nuevo año con la repesca de dos concursantes: María Arias y Héctor.
Los aspirantes se trasladaron al guipuzcoano monte Igueldo, donde debían preparar un menú para 100 invitados. Allí se reencontraron con sus excompañeros que cocinarían al lado para ganarse un puesto y volver a las cocinas.
Los aspirantes regresan para la repesca
“Da igual quién entre y quién no entre porque esto ha sido un éxito”
Estos exaspirantes se tomaron la última oportunidad muy en serio y juntos se encargaron del postre: pantxineta, con distintos rellenos.
Aunque la prueba era individual, cuando el tiempo se acababa, todos apostaron por ayudarse los unos a los otros para lograr el mejor resultado en su plato.
“Da igual quién entre y quién no entre porque esto ha sido un éxito”, decía Santiago a sus excompañeros.
“Están compitiendo pero en cuanto a alguien le pasa algo se ayudan”
Finalmente, los dos repescados fueron María Arias y Héctor, y aunque el resto se quedó triste derramando alguna lágrima, la lección de solidaridad y compañerismo que dieron a los adultos fue muy aplaudida en redes: